La empresa mexicana Hildebrando, filial del grupo Carso, cuyo accionista mayoritario es Carlos Slim -la mayor fortuna del mundo, según Forbes-, está entre las primeras cinco empresas en América Latina en servicios de tecnología de la información (TI) y su aterrizaje en Chile ya es un hecho. De esta forma, concreta su cuarta plaza de operaciones en América del Sur y fortalece su posición frente a competidoras como las brasileñas CMP Braxis Capgemini, Stefanini y Politec y la chilena Sonda, controlada por la familia Navarro, líder a nivel latinoamericano.
Con 200 clientes a nivel corporativo, la firma de Slim se ubica entre las primeras 300 empresas de México, según sus ventas en 2010. En ese país, donde opera la casa central, es el cuarto operador dentro de las empresas de tecnologías de la información y en tres años, su plan es abrirse a Bolsa.
Con ventas globales en 2011 de US$ 325 millones -de las cuales, México se lleva un 44% y EEUU, un 46%-, la firma abrió oficinas propias en Chile en abril, aunque estaba facturando desde enero en el país. La apuesta es "ser un jugador relevante del mercado de tecnología de información, en los próximos tres a cinco años", afirma Antonio Medina-Mora, gerente general de Hildebrando Chile. En ese plazo, la meta que han definido es generar un volumen de negocios de entre US$ 70 millones y US$ 100 millones. Esto, en un mercado que hoy mueve cerca de US$ 900 millones al año.
Se trata de un mercado con alta competencia, donde actúan cerca de 20 grandes operadores nacionales y extranjeros, aclara Medina-Mora. "A nivel de proyectos, seremos competencia de Sonda (...). Es la empresa local más grande y con la que más nos toparemos", admite. Pero los competidores son también firmas como Coasin, Synapsis, HP y "a veces Entel o Movistar", añade el gerente. Con todo, no descartan trabajar en conjunto con la empresa ligada a la familia Navarro. "Creemos que vamos a hacer una alianza con Sonda, en proyectos donde se requiera servicios de TI para grandes clientes corporativos o gobiernos", señala Diego Zavala, fundador y gerente general de Hildebrando.
Además de Chile, Hildebrando ha puesto sus fichas en Colombia, Perú y Brasil en la región, y ya tiene presencia en EEUU, España, Panamá y Guatemala, además de México. "Chile es un mercado muy atractivo, como lo ha sido para todo el grupo Carso (...). Creemos que el sector productivo y de servicios chileno tiene una alta tasa de adopción de TI y software para los negocios, y el mercado tiene una amplia variedad de ofertas", indica Medina.
La opción de instalarse en Chile tiene un sentido más "estratégico que de volumen de venta", complementa Zavala, ya que es un mercado más chico que México, Brasil o EEUU, "pero tiene alta competencia y es muy desarrollado. Las empresas y el gobierno invierten más en tecnología, lo que hace que se adopten soluciones de este tipo más rápido", agrega. Ejemplo de ello son las llamadas aplicaciones "en la nube" o manejadas remotamente, para la empresa, o las soluciones móviles, tendencias que creen se adoptarán rápidamente en Chile y que piensan desarrollar como negocio.
"Se trata de, eventualmente, exportar lo que se haga en Chile a mercados como Argentina y Uruguay (...). Incluso, a futuro se puede proveer remotamente tecnología desarrollada en Hildebrando en Chile a otros mercados", añade Zavala. A fin de año, Hildebrando proyecta tener una planta de 120 empleados en Ciudad Empresarial y cerrar 2013 con más de 200.
El crecimiento para la compañía vendrá de la mano de la fuerza comercial de Claro, empresa del mismo grupo, accediendo a clientes corporativos que esta firma tiene.
También ven oportunidades de negocios con nuevos clientes, como gobierno y el sector minero. "Para ser grandes en Chile hay que estar en la minería", afirma Medina. En este rubro, las oportunidades están en el desarrollo de software específicos, representar y adaptar tecnologías desarrolladas en otros países y operación de procesos de TI para la minería. "Hoy estamos en etapa de prospección. Nos interesa acercarnos a Codelco", adelanta el ejecutivo.
Humberto Sánchez, vicepresidente de negocios de Hildebrando, agrega que la compañía tiene experiencia como proveedor tecnológico de empresas mineras mexicanas. "Hay un volumen de proyectos de inversión minera sin precedentes en el mercado chileno y se requieren recursos humanos y tecnológicos para darles velocidad". La tecnología, explica, puede ayudar a innovar en cómputos para la exploración, seguridad y equipamiento minero.
En los próximos cinco años, invertirán US$ 20 millones en capital de trabajo, nuevas tecnologías, oficinas y certificaciones de calidad. Según los cálculos de la compañía, Chile puede llegar a ser el 5% de las ventas de Hildebrando al 2017.
Hildebrando tiene el foco en proveer a grandes y medianas empresas, y proyectos tecnológicos para las áreas gubernamental, financiero, telecomunicaciones, retail, industrial y minero.
El negocio de la firma tiene cuatro áreas definidas: el desarrollo y prueba de software -que es el 65% de las ventas-, la externalización de servicios de TI, externalización de procesos de negocios (llamado BPO) e implementación de soluciones de negocios.