El equipo de especialistas españoles a cargo de la búsqueda de la tumba de Miguel de Cervantes, de la que se desconoce su paradero hace 400 años, confirmaron ayer que hallaron los restos de un féretro con las iniciales "M.C", en la iglesia de las Trinitarias de Madrid.

El descubrimiento se produjo el sábado, sin embargo, el forense Francisco Etxeberria, de la Sociedad Científica Aranzadi, el mismo que trabajó en la exhumación de Pablo Neruda, dijo que faltan análisis antes de confirmar con certeza que pertenecen al escritor de El Quijote.

"No hay más, no hay una verificación ni una confirmación absolutamente de nada. En el plano antropológico todavía no tenemos ningún avance: pueden ser muy interesantes las dos letras, ya lo comprendemos, pero hay que continuar la tarea", señaló el investigador, que también ha trabajado en la identificación de víctimas de la Guerra Civil española.

Según la osteoarqueóloga Almudena García Rubio, que trabaja en las excavaciones, en la cripta hay un mínimo de siete sepulturas y, por el momento, sólo se han abierto las dos primeras.

"El nicho está aún bajo estudio. Tanto el féretro como los restos asociados a él presentaban un estado de conservación deficiente, por lo que las primeras observaciones no son concluyentes", dijo García Rubio a La Tercera.

Por ahora, no se contempla hacer pruebas de ADN, pues la única descendencia actual de la familia de Cervantes proviene de su hermano Rodrigo, "y después de doce generaciones el ADN que pudiera tener en común con Cervantes es mínimo", dijo en abril pasado, el historiador Fernando de Pardo, parte del equipo investigador.

Por lo mismo, se intentará identificar por posibles secuelas físicas, pues el escritor español perdió la movilidad de su brazo izquierdo por unas heridas sufridas en la célebre batalla de Lepanto, que en 1571 enfrentó a los turcos otomanos y a la llamada Liga Santa, encabezada por España.

Las principales pistas que indican que Cervantes se encuentra en el convento, son dos placas, una colocada en 1870 por la Real Academia Española (RAE) en el exterior del recinto, y otra en el interior de la iglesia, que afirman que ahí se encuentra el escritor.

Francisco Etxeberria no dio a conocer el plazo que tomarán los estudios para identificar los restos óseos encontrados en el féretro.