En 1908, un ex esclavo encontró cerca de Folsom, Nuevo México (EE.UU.), el fósil de un bisonte extinto. Lo interesante de su hallazgo es que el animal tenía huellas de un ataque humano. Desde entonces, la zona se convirtió en un centro arqueológico que permitió, cerca de Clovis, dar pie a la teoría del poblamiento tardío, que establece que los primeros humanos llegaron a América hace 12.000, años cruzando el Estrecho de Bering.
Sin embargo, nueva evidencia hallada en Monte Verde, en Puerto Montt y en el Parque Nacional Pedra Furada, en Brasil, con restos humanos datados antes de los de Clovis, pusieron en duda la teoría. Las interrogantes volvieron a cobrar fuerza luego que expertos de la U. de Burdeos (Francia), encontrara piedras talladas en Pedra Furada con una antigüedad de 22.000 años, que reafirman que los primeros humanos en llegar a América no sólo lo hicieron por Bering, sino por lugares como Oceanía o la Polinesia.
Las herramientas fueron halladas en un refugio rocoso llamado Toca da Tira Peia, donde en otras excavaciones se han encontrado madera quemada y piedras afiladas de más de 50.000 años. "Tenemos fuerte evidencia que el modelo Clovis no está actualizado", dice a La Tercera Christelle Lahaye, líder del hallazgo.
Sin embargo, muchos defensores del poblamiento tardío aducen que tales descubrimientos serían resultado de incendios y deslizamientos de rocas. De hecho, el hallazgo precisamente está en la base de un acantilado. Incluso, hay expertos que señalan que las piedras pudieron ser talladas por monos y que la humedad del suelo altera la datación por radiocarbono. Lahaye discrepa. "Usamos un sistema llamado OSL, método ampliamente utilizado y que no tiene ningún problema con la humedad".
La experta, sin embargo, dice que su estudio no puede determinar de dónde provienen estos humanos. "Nuestro estudio sólo da evidencia de que hubo actividad humana en América del Sur hace más de 22.000 años".