Los titulares dedicados a Halle Berry en los últimos tres años habían girado en torno a su vida personal. El nacimiento de su hija, Nahla; su relación con el modelo francés Gabriel Aubry y su posterior separación, y todos los comentarios asociados de rigor dominaban las informaciones sobre ella, mientras su carrera estaba en un alto total. Desde 2007, cuando hizo Lo que perdimos en el camino con Benicio del Toro, que la actriz no aparecía en pantalla, mientras que el año anterior había sido su último proyecto de alto perfil: la tercera parte de la saga X-Men. Pero ahora Berry está empeñada en que eso cambie, y para eso tiene proyectadas cuatro películas para este año, además de tener listo su debut en Broadway.

Como parte de su estrategia, la actriz sacó la voz y dio su primera entrevista en extenso en tres años, a la revista Vogue, que la puso en la portada de su número de septiembre el año pasado, la edición más importante y emblemática del año. Ahí explicó: "Estoy muy entusiasmada de volver a trabajar. Ha sido bueno ser mamá, y me encanta, pero Nahla llegó a un punto en que está bien que vuelva a hacer algo que amo, a tener un desahogo creativo". Además, reconoció que sintió la sombra de la llamada maldición del Oscar, que cae sobre las actrices que se llevan la estatuilla. "Todo el mundo habla de ese tema. La gente se gana un Oscar y pareciera que desaparecen de la faz de la tierra. Y eso es en parte por las gigantescas expectativas que llegan y te caen encima. El minuto en que gané el mío, pensé: si voy a caer, lo voy a hacer arriesgándome y atreviéndome. Y en eso... Gatúbela", dijo con una cuota de humor.

El primer proyecto que la traerá de vuelta también la tiene involucrada tras las cámaras, en el papel de productora. Se trata de Frankie and Alice, una película basada en la vida real sobre una bailarina de club nocturno con trastorno de personalidad múltiple y el siquiatra que intenta ayudarla. Berry también protagoniza el filme y está nominada a un Globo de Oro, que se entregan el 23 de enero próximo, por el rol en la categoría Mejor Actriz de Drama. "Es difícil que olvide algo cuando me lo propongo. Creía mucho en la historia. Creía en el triunfo de esta mujer y pensaba que si de alguna manera podía echar luz en el estigma de la enfermedad mental, sería algo bueno. Desde que escuché la historia, estaba decidida a llevarla a la pantalla", dijo ella a la revista OK.

Pero ese es sólo el más inmediato de sus estrenos (debuta el 4 de febrero en EE.UU.). La actriz, además, filmó la cinta de acción Dark tide, junto a Olivier Martinez, su actual pareja; la comedia femenina Shoe addicts anonymous; Skank Roberts, escrita y protagonizada por Jamie Foxx y New year's Eve, una cinta coral sobre el Año Nuevo dirigida por Garry Marshall.