Según estimaciones del municipio de Pudahuel, organizador de la subasta de objetos perdidos en el aeropuerto de Santiago y en las cabinas de aviones de Lan durante el último año, en esta quinta versión se logró congregar a cerca de 300 personas, bastante más que en años anteriores. Los 1.500 artículos, distribuidos en 171 lotes, fueron subastados ayer por un total de $ 30 millones 258 mil. Sergio Amigo, jefe de gestión del municipio de Pudahuel, señaló sentirse satisfecho con el resultado. "Ha sido todo un éxito, ha llegado mucha gente que viene con harta plata y se remató a precios bastante más altos que el año pasado. En promedio, se alcanzaron valores de 200 a 250 mil pesos por lote, lo que nos permite asegurar un buen piso". Agregó que para esta versión se consideró una carpa techada y calefacción para capear el frío, y que el próximo año se realizará a principios de septiembre por el mismo motivo.

En este tipo de remate, su atractivo radica en la suerte. Para obtener alguna ganancia, se oferta sin saber el contenido de los bultos, con la esperanza de encontrar objetos de valor en su interior que permitan recuperar la inversión. Marcelo Rubio, de Paine, probó suerte y gastó 940 mil pesos en cajas, bolsos, cinco cunas de guagua y 10 bodyboards. Celso Caro es un conocedor del tema y, por lo mismo, ha participado en todas las versiones de esta subasta. Esta vez estudió la mercadería en los días previos y apostó por una compra importante. Por eso se transformó en el comprador que más invirtió, con un desembolso de dos millones y medio de pesos por cinco lotes. "Había una maleta de cuero que se la gané a Tito Beltrán (conocido cantante lírico), que también estaba entre los compradores. Teníamos una pelea de quién se la llevaba, y se la gané pagando 260 mil por el lote. Quedé conforme, porque la pura maleta cuesta 200 mil, es de cuero australiano", señalo orgulloso. Además, al abrir otro de los bolsos encontró zapatillas nuevas, que estima en un valor comercial de cerca de $ 70 mil, y un sombrero noruego para su colección.

Otros prefieren comprar objetos a la vista, que no induzcan a error. Es el caso de Tomás Cordero, quien se llevó una guitarra acústica marca Martin por 430 mil pesos, el monto individual más alto transado ayer. "Si me aburro y la quiero vender al mismo precio, voy a tener un comprador altiro, entonces es tener la plata metida en un hobby que me encanta", explicó.

La cita congregó también a algunos famosos, como Tito Beltrán. El cantante compró una silla de ruedas, que asegura donará a una abuelita de San Vicente. El jugador de U. Católica Michael Ríos se adjudicó a ciegas tres maletas por 360 mil pesos, con la esperanza de encontrar relojes de diseño. "Me encantan, más allá que sean caros o no. Escuché ayer del remate y vine… Se puede recuperar o perder la plata, pero es entretenido".