Desde su fichaje en la nueva edición del Festival de Viña, el humorista Hermógenes Conache encarnó una suerte de desafío para el certamen: su humor de doble sentido y su caracterización como el personaje de Soapisa -un afeminado vendedor de sopaipillas célebre por ser censurado en la emisión del certamen en 1984- se contraponían a la política editorial de prohibir los chistes de grueso calibre y las burlas homofóbicas, luego de las multas recibidas hace dos años por las presentaciones de Mauricio Flores y Oscar Gangas.

Pese al escenario, el cómico que salta a escena mañana, pactó con la señal un rutina de cerca de 40 minutos y que tendrá varias referencias de corte sexual. Incluso, el propio humorista cuenta que el primer tramo de su libreto posee un par de chistes en torno a los homosexuales, para luego rematar en historias acerca de su familia, donde aparecen amigas, hermanas y ex pololas de dudosa reputación (para luego hilvanar relatos de suegras y de su vida conyugal). Eso sí, Conache también acordó con los organizadores remitir el calibre de su guión hacía un doble sentido de escasa peligrosidad y basado en cierta picardía más tradicional.

El humorista sigue: "Es lo que siempre he hecho y no lo voy a cambiar. Además, con la organización siempre hablamos de un doble sentido que no ofenda a nadie, que sólo tenga como intención hacer reír. Pero ese es mi humor y no puedo variarlo". En esa misión, el hombre que también pasó por la Quinta Vergara en 1991 alista la inclusión de su personaje Soapisa, el que fue aceptado por CHV, aunque también ajustado a una rutina festiva y casi inocente. "Esta incluido, pero también va a depender de la reacción del público y del tiempo que se extienda mi show", dice.

En tanto, Alex Hernández, director de televisión del evento, agrega: "Hermógenes apela al doble sentido, pero pensado como algo más blanco, quizás más de otros años. Lo puede hacer, porque hasta ahora no vulnera ningún límite. Y en el caso de Soapisa, es un personaje más divertido que cualquier otra cosa". A la hora de moderar su rutina, el cómico también cuenta que decidió eliminar una referencia a Pamela Jiles, debido a que podía resultar ofensiva.

Otra de las preocupaciones de la comisión organizadora apunta al ritmo que pueda adoptar su espectáculo y la recepción por parte del público, ya que aparecerá tras el show de Maná, el número más convocante de la jornada y que permitió que la velada agotara sus tickets en semanas. Además, como una suerte de antecedente, la última presentación del cómico fue el pasado 31 de enero en el festival El verano canta en el cobre, de Rancagua, donde sólo tuvo una aceptación tibia. Eso sí, el plan es que, luego de los mexicanos venga una de las competencias.