Se ha convertido en un mantra. "Feel the Bern" (Siente a Bern), el eslogan del precandidato demócrata Bernie Sanders, está en todas partes: en la televisión, poleras, diarios y en los afiches de los miles de asistentes a sus discursos. Lo que comenzó como una frase en Twitter, llegó a masificarse en toda su campaña, especialmente entre los millennials: jóvenes que nacieron entre 1980 y 1998.
A sus 74 años, el senador por Vermont -que si llegara a la Casa Blanca se convertiría en el mandatario de más edad en asumir la Presidencia en la historia - resulta una cara más novedosa que su rival Hillary Clinton, la que ha estado en primera plana de la política desde que su marido, Bill Clinton, fue Presidente (1993-2001). O incluso antes.
Según los analistas, el senador por Vermont ha provocado un fenómeno "similar" a lo que Barack Obama generó en 2008. Obama no sólo representaba a la población afroamericana, sino también simbolizaba un sentimiento de cambio, algo que suele tener adherentes entre los más jóvenes.
A pesar de que si Hillary llega a ganar las elecciones presidenciales en noviembre se convertirá en la primera mujer Presidenta en la historia de Estados Unidos, el género no parece importarles a los más jóvenes. Las preocupaciones van más allá: deuda estudiantil o desigualdad racial., tema recurrente en los discursos de Sanders.
El apoyo de los millennials al senador quedó claro desde las internas de Iowa y New Hampshire. En el primer estado, Sanders arrasó en el grupo de entre 17 y 29 años con el 84% de los votos. En el "estado granito", siete de cada 10 menores de 45 años votaron por Sanders.
Desafío
El respaldo de los jóvenes a Sanders -considerado un outsider por criticar a Wall Street y estar alejado de la estructura tradicional del Partido Demócrata- es quizás el mayor desafío que tiene que enfrentar la campaña de la ex secretaria de Estado. Clinton debe atraer a 83,1 millones de jóvenes aproximadamente y un 60% de ellos ha dicho que votará en las elecciones de noviembre, 9% más que en 2008, según el diario USA Today.
Por primera vez, los millennials son la mayor generación en el país e igualan en poder electoral a los baby boomers (generación de 1940 a 1960).
Son estos electores los que, si Bernie Sanders abandona la carrera, podrían inclinarse -para sorpresa de muchos- por el republicano Donald Trump, quien ha capitalizado el voto de rechazo a la política tradicional y es considerado como un otusider. De acuerdo al portal Político, a pesar de que los jóvenes no son el fuerte de Trump, éstos valoran su honestidad y emoción.
El analista político John Zogby dijo a La Tercera que los millennials "son muy jóvenes para acordarse de Bill (Clinton) y no ven a Hillary como auténtica. Ella parece representar la política de siempre". Según el experto, no votarán por Trump, pero "puede que no voten".
Hillary sólo recibió el apoyo de cuatro de cada 10 votantes de entre 18 y 29 años en el "Súper Martes"- una de las jornadas clave de la campaña de primarias-, pese a haber conseguido victorias en siete estados. Cuando comenzó su campaña, la ex jefa de la diplomacia estadounidense se esforzó en mostrar que tenía apoyo de diferentes rostros juveniles: la actriz y comediante Amy Schumer; Lena Dunham, protagonista de la serie Girls; y la cantante Katy Perry.
Pero en las últimas semanas, Hillary Clinton ha intentado mostrar, sin éxito, a mujeres líderes como Gloria Steinem, líder de los 60 y y Madeleine Albright, la primera mujer secretaria de Estado. No obstante, aún no logra acortar esta brecha generacional y el hecho de ser vista como una figura tradicional del partido. "Clinton representa el sistema. Yo represento a los estadounidenses normales", dijo el senador por Vermont en un debate.