A un total de 70 años de cárcel fue sentenciado Jorge Antonio Fuentealba Plaza (25), autor de cuatro homicidios, tres de los cuales fueron cometidos el 19 de agosto de 2012, en Curicó.
La seguidilla de asesinatos comenzó cuando Fuentealba intentó robarle a su padrastro un televisor de 42 pulgadas. Al resistirse, lo mató a golpes en el cráneo. Posteriormente, redujo el artículo y se dirigió al río Guaiquillo, donde se encontró con Juan Manuel Vidal, de 78 años, con quien tuvo una discusión, asesinándolo y escondiendo su cuerpo. El último crimen de ese día se produjo durante la noche, cuando se dirigió a la vivienda de Fernando Valdivia Chávez, quien luego de beber algunos tragos le hizo insinuaciones sexuales, por lo que lo golpeó con una pesa de cinco kilos en el cráneo. El otro homicidio imputado ocurrió en 2011.
El fiscal Andrés Gaete indicó que los jueces consideraron la agravante de reincidencia, puesto que Fuentealba fue condenado por asesi- nato en 2004, cuando era menor de edad. El sujeto había quebrantado la condena, lo que le permitió concretar los delitos. María Teresa Reyes, viuda de una de las víctimas, dijo que "esto no aplaca el dolor que sentimos los familiares de los fallecidos, pero sí nos deja mucho más tranquilos, porque sentimos que se hizo justicia".
En tanto, en Temuco se declaró culpable a Juan Desiderio Rodríguez Llancapán del asesinato de su esposa, sus tres hijos y un amigo de la familia, hecho ocurrido en Carahue, el 25 de mayo de 2013. Al momento de declarar en la parte final del juicio, el acusado dijo: "Quiero pedir perdón por todo lo que hice; a la familia de Julio, a la mamá de mi señora, a su familia, a mis hijos". La fiscalía pedirá presidio perpetuo en su contra.