Para muchas personas, asistir a una entrevista de trabajo o llegar a una fiesta en la que no conoce a nadie puede representar un verdadero desafío. Se trata de personas tímidas o introvertidas a las que la relación con los otros no es fácil al inicio. Para ellos, la oxitocina, la hormona que se libera durante el proceso de parto y conocida como hormona del apego, podría ser la solución, ya que al ser aplicada en forma artificial en estas personas, mejora la percepción que tienen de sí mismo y les otorga más seguridad a la hora de interactuar con los otros.
Científicos de la U. de Concordia, en Montreal (Canadá), estudiaron a más de 100 hombres y mujeres, entre 18 y los 35 años de edad. Ninguno de ellos debía tomar algún medicamento, tener algún trastorno mental, utilizar drogas recreativas o fumar cigarrillos, para de esa forma controlar mejor el efecto de la oxitocina.
"Nuestro estudio muestra que la oxitocina puede cambiar la forma de verse a sí mismos, lo que, a su vez, podría hacer que la gente fuera más sociable", dice el autor principal Mark Ellenbogen, académico de la cátedra de Sicopatología del Desarrollo de la U. de Concordia. Según él, "bajo los efectos de la oxitocina, una persona puede percibirse a sí misma más extrovertida, más abierta a nuevas ideas y confiar más en ella misma".
La hormona fue administrada en forma de spray intranasal y transcurridos 90 minutos después de la inhalación, los participantes del estudio contestaron una encuesta para evaluar cómo se habían sentido. Los puntos analizados fueron el neuroticismo, la extraversión, la apertura a nuevas experiencias, amabilidad y diligencia.
Resultado: quienes recibieron oxitocina informaron grados más altos de extroversión y apertura a nuevas experiencias.
Más confianza
Christopher Cardoso, otro de los investigadores del estudio y graduado de psicología de esta universidad, dijo a La Tercera que la administración de oxitocina amplifica los rasgos de personalidad tales como la calidez, confianza, altruismo y la apertura, y que vieron el mismo resultado tanto en hombres como en mujeres. "Nosotros documentamos los efectos a los 90 minutos, pero podrían durar más tiempo", señaló.
"La oxitocina cambia la forma de vernos a nosotros mismos, lo que podría, en teoría, ser relevante, en cualquier situación social", insistió Cardoso.
Es probable que a nivel hormonal, la oxitocina inhalada influya en otros sistemas hormonales, porque "el cerebro es muy complejo", pero en este estudio el efecto parece ser independiente de otras hormonas, dijo el investigador.