Mientras la Presidenta Cristina Fernández preparaba las maletas para dejar su habitación en el piso 19 la semana pasada, en las oficinas del Grand Hyatt Santiago se alistaban los últimos detalles para celebrar las dos décadas del hotel.

Fue el 22 de marzo de 1992 cuando se inauguró este hito de 110 metros de altura en la capital, el tercero más alto entonces en la ciudad. No sólo llamó la atención por su forma cilíndrica, sino que por el lujo que expresaba en un barrio más bien rodeado de terrenos baldíos. Según el presidente del Colegio de Arquitectos, Luis Eduardo Bresciani, el edificio vino a cambiar el paisaje de la comuna "con una arquitectura contemporánea, propia de estas cadenas internacionales, que construyen y diseñan sus hoteles más o menos igual en el mundo".

Para conmemorar el momento en que abrió sus puertas, la cadena celebrará sus 20 años este jueves, con fuegos artificiales y 500 invitados, que disfrutarán una gala y un concierto de piano de Mahani Teave en los jardines del recinto.

La historia es así. Cuando el entonces dueño del hotel, Gaith Pharaon, pensó en instalar en Santiago una sucursal de esta cadena, con presencia en casi 50 países, se decidió por el terreno de 30.000 m2 ubicado en la esquina de Alonso de Córdova con Av. Kennedy. Era un paño vacío, y Pharaon se quedó con él por su amplitud y ubicación. Es precisamente lo que destaca el arquitecto de la UC Sebastián Gray: "Está junto a vías que permiten llegar a cualquier rincón de la ciudad (Kennedy, Vespucio, Cuarto Centenario), en un nuevo subcentro lejos del centro histórico, que ha quedado obsoleto para hacer negocios o vida nocturna, y cerca de nuevos polos de desarrollo turístico (canchas de esquí). Además, aprovecha la vista, la arborización y el desarrollo urbano del sector", sostiene.

Así, en 1990 comenzó a levantarse este hotel cinco estrellas que tendría una de las mejores vistas a la cordillera de Los Andes, jardines de 10.000 m2 en pleno corazón de la ciudad, dos llamativos ascensores panorámicos y una de las primeras piscinas con cascada. Era tal el nivel de expectación que, cuando fue inaugurado, varias familias del sector se acercaron a visitarlo.

Los funcionarios más antiguos del hotel recuerdan que cada domingo el lobby se llenaba de vecinos que llegaban y pedían subir al elevador. Carlos Fuentealba (57) fue uno de esos visitantes. "Mirábamos la construcción desde nuestra casa en Las Hualtatas, y un día no resistimos más y fuimos. Los conserjes nos dejaron subir en ascensor y fue un panorama para los niños".

Durante muchos años el edificio fue una permanente atracción. Y cómo no, si por ahí llegaron a alojar personalidades de la investidura de George W. Bush, Bill Clinton y Kofi Annan, y estrellas de la música como Madonna, Bono, Paul McCartney y hasta Michael Jackson.

El cambio

Cuando el Hyatt abrió sus puertas, aún no contaba con los tres restaurantes de hoy, pero apenas estuvieron listos se posicionaron como una oferta que salía de la norma en el panorama gastronómico habitual de entonces.

En 2005 se le hicieron los primeros arreglos al hotel, oportunidad en la que se invirtieron más de US$ 10 millones. Fue ese año, también, cuando recibió la categoría de "Grand", pues contaba con más de 300 habitaciones, más de tres restaurantes y una preocupación por los detalles en el servicio. "Un lugar donde las personas quieren estar y ser vistas", dice el gerente general de Hyatt Santiago, Peter Roth.

Este año, por cumplir 20 años en la capital, el hotel impulsará una completa remodelación del edificio, a partir de junio. Aunque el monto de la inversión aún no está definido, Roth adelanta que "va a superar con creces lo que se realizó en 2005".

Para darle una nueva cara al Grand Hyatt, se redecorarán todos los espacios del hotel, se ampliarán algunos sectores -como, por ejemplo, la zona de banquetes, que crecerá al doble- y se construirán 800 nuevos estacionamientos subterráneos. Los arreglos durarán dos años y serán ejecutados por etapas, para no interrumpir la operación diaria del hotel.

La decoración es algo en lo que se quiso poner énfasis. Un equipo liderado por el diseñador Enrique Concha está de viaje por Singapur y Bangkok, conociendo otros edificios de la cadena para traer ideas a la capital. Según Concha, hay dos conceptos que resaltar en el trabajo que se hará en el hall central: "Primero, el respeto por la identidad arquitectónica, que genera una continuidad entre el mundo exterior e interior del hotel. Y, segundo, transformar el lobby en un espacio más amable y humano, integrando a ese sector el jardín y la terraza", adelanta el diseñador, quien subraya que sólo se usarán elementos de primera categoría, como maderas y porcelanatos.

Respecto de las habitaciones, Concha explica que serán remodeladas con otro estándar y distribución interior. "No será un mero cambio de papeles murales o de mobiliario. Serán transformadas en habitaciones del siglo XXI, con todo lo que ello significa en diseño y tecnología", asegura.

Aunque no está dentro del marco de las celebraciones, pero sí refleja el constante crecimiento de la cadena, en Grand Hyatt adelantan que a fines de 2012 abrirán un Hyatt Place en Vitacura. Se trata de un hotel más pequeño, de cuatro estrellas, que tendrá cerca de 160 habitaciones y que estará en las inmediaciones de Américo Vespucio con Av. Vitacura.