Irene, el primer huracán de la temporada de ciclones del Atlántico, dejó en su paso por el Caribe dos muertos y dos heridos en Haití, tres fallecidos en la República Dominicana y otro en San Juan, además de una estela de destrucción en Bahamas. Y ahora, tras su paso por el Caribe, se espera que llegue a la costa Este estadounidense, incluido Nueva York, cuyo alcalde, Michael Bloomberg, dijo que había que prepararse "para lo peor". En 1938, un huracán dejó 38 muertos en esa ciudad.