Señor director:

En repetidas oportunidades he escuchado y leído a las autoridades de los gobiernos -este y los anteriores- y a todos los parlamentarios, sin importar su color político, referirse al impuesto específico a los combustibles como un problema que se debe solucionar a la brevedad; incluso, algunos han sugerido su extinción. Es por eso que no se entiende por qué nadie ha podido tomar el toro por las astas, siendo que el Presidente Piñera prometió en su campaña resolver el problema.

Creo que las autoridades, incluyendo a los parlamentarios, no tienen ningún problema personal con el impuesto especifico. Todos ellos cuentan con vehículos oficiales y bono de combustible, por lo tanto, no se ven afectados. En Chile existe aproximadamente un 20% de ciudadanos a quienes tampoco les afecta mayormente.

Lo importante es que empiecen a pensar en la mayoría de los chilenos que se ven afectados por este impuesto, el cual, de acuerdo a su objetivo y reglamentación inicial, cumplió hace varios años con su cometido.

Pedro Molina Wood