Hace cuatro años, Indumotora -importador y distribuidor en Chile de marcas como Kia, Subaru, BYD Auto, entre otras- decidió materializar su propia red de concesionarios , creando Indumotora One.

"La idea fue tener nuestra red, considerando que los concesionarios en general son empresas familiares y es más difícil tener una calidad pareja", cuenta el gerente general Augusto Schazmann. Agrega que, ante eso y viendo que el cliente está cada vez más informado, "el canal de distribución debía mejorar".

Así, vía adquisiciones, remodelaciones y capacitación, armaron Indumotora One. Y la fórmula parece haber dado éxito.

Hoy, ese negocio ya es prácticamente un tercio de las ventas del grupo -ligado a la familia Avayú-, cuya facturación global bordea los US$ 1.000 millones y tiene operaciones en Chile, Argentina y Perú.

Schazmann sostiene que si Indumotora One hace cuatro años vendía US$ 60 millones anuales, en 2011 facturará del orden de US$ 350 millones. "Prácticamente hemos quintuplicado el negocio desde 2007", puntualiza.

El mismo impulso han tenido los puntos de venta. De 10 locales saltaron a 33 tanto en Santiago como en regiones. Las sucursales, además, ampliaron el portafolio más allá de las marcas que solamente importa Indumotora. "Incluimos Toyota y Peugeot", sostiene el ejecutivo.

Para este año, además, proyectan comercializar 1.300 autos nuevos al mes (en 2007 vendían 370 unidades). En materia de vehículos de segunda mano, Schazmann apunta a colocar 300 mensuales, versus los 60 automóviles usados de hace cuatro años.

El crecimiento exponencial también se ha reflejado en las atenciones de posventa (desabolladura y pintura, talleres, etc.), que se han elevado desde 900 mensuales a 6.000, mientras que la dotación de personal ha pasado de 150 a 570 trabajadores. Y las proyecciones apuntan a seguir creciendo, "ya que el mercado automotor aún tiene mucho potencial", subraya el ejecutivo.

Indumotora tiene 90 años en el rubro automotor.