Aceleradamente, las inmobiliarias están cerrando las últimas ventas de viviendas a inversionistas para que éstos accedan a los beneficios tributarios del decreto DFL2, los que se limitarán a un máximo de dos propiedades a partir del 31 de octubre.
El 22 de septiembre, una circular del Servicio de Impuestos Internos (SII) estableció que serán beneficiados los inversionistas que firmaron una promesa de compra y que hayan adquirido e inscrito las propiedades en el Conservador de Bienes Raíces (CBR) como máximo hasta el 31 de octubre. De lo contrario, pierden las franquicias, que básicamente permiten no pagar impuesto a la renta por arriendo de dichas viviendas, la exención del impuesto a la herencia y rebajar un 50% las contribuciones.
Ante esto, las inmobiliarias -que creían que sólo era necesario tener una promesa en escritura pública o protocolizada y que estuvieran los permisos de edificación- han acelerado los trámites de escritura con sus clientes (y con los bancos, en los casos en que los clientes tengan créditos hipotecarios), como reconoce Vicente Domínguez, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios.
Esta semana, la Cámara Chilena de la Construcción presentó sus dudas ante el Ministerio de Hacienda, por lo que se espera una respuesta del SII para hoy o mañana.
El gerente comercial de Inmobiliaria Aconcagua, Pablo Droguett, explica que han reducido a pocos días o incluso una sola jornada los procesos de escrituración y que están concentrando las ventas a inversionistas en departamentos con entrega inmediata.
Sergio Silva, director ejecutivo de Stitchkin, criticó la medida y advirtió que el SII está cambiando las reglas del juego. Para los clientes, el ejecutivo dice que las promesas que no alcancen a acogerse a los beneficios del DFL2 podrán desistirse, aunque sólo quienes compren más de dos viviendas.