El 6 de agosto del año pasado se registró un insólito intento de estafa bancaria. Esto porque la banda de delincuentes que intentó robar dinero desde un banco se amparó en uno de los casos de contingencia nacional: las investigaciones penales por eventuales delitos tributarios ligados al financiamiento irregular de las campañas políticas.

El caso fue indagado por la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI y en las últimas semanas finalizaron todas las diligencias para aclarar el caso. Los resultados ya se encuentran en manos del Ministerio Público, que ahora debe adoptar las decisiones judiciales de la causa.

El proceso tiene su origen en la mañana de ese 6 de agosto, en una sucursal de Santiago centro del Banco de Chile. Un hombre, que se identificó como el gerente general de Soquimich (SQM) Comercial, Claudio Morales, llamó a la entidad bancaria y pidió comunicarse con el área que atiende las cuentas de las empresas. Ahí lo comunicaron con una ejecutiva, quien preguntó al hombre en qué podía ayudar. Esa fue la llave de entrada que usó el estafador para echar a correr su historia.

Tras presentarse como Claudio Morales, indicó que debía llevar a cabo una transacción que debía ser de estricta confidencialidad. Por esto era necesario que la menor cantidad posible de personas estuvieran al tanto de la operación de retiro de $ 22 millones por medio de un vale vista.

¿Y por qué tanto secretismo? Según el supuesto gerente de SQM Comercial, se trataba de un pago reservado que el controlador de la minera no metálica, Julio Ponce, debía realizar a sus abogados que lo representaban en las causas del financiamiento a campañas políticas. Por este mismo motivo, indicó el hombre, todas las comunicaciones las realizaría por su teléfono y cuentas de correo personales. Según señaló, las otras vías podrían estar intervenidas.

La última instrucción fue que A.M.Z., un hombre de confianza de la empresa, se presentaría con la documentación necesaria para retirar el dinero.

Transcurridas las horas, este último se hizo presente en las oficinas del banco ubicadas en la comuna de Las Condes. A.M.Z. se presentó con una serie de documentos, incluyendo los poderes para entregar un vale vista cargado a nombre de la firma. Sin embargo, hubo varios elementos que llamaron la atención de la ejecutiva que recibió los papeles.

Primero, ¿por qué tanta petición de confidencialidad? Segundo, ¿por qué los poderes fueron a entregarlos personalmente y no los hicieron llegar por correo electrónico, como normalmente se hace? Tercero, ¿por qué no eran los abogados quienes iban a buscar el dinero?

Desenlace

Con todas estas interrogantes, la funcionaria del banco llamó a SQM Comercial y pidió hablar con Claudio Morales para aclarar las dudas de esa operación. En ese momento, el gerente general de la empresa le indicó que no había ordenado ningún retiro de dinero. Ahí quedó al descubierto que todo se trató de una suplantación y un intento de estafa para robar el dinero de la cuenta de la firma.

Los antecedentes fueron puestos en conocimiento del Ministerio Público y de la PDI. Los detectives, en primer lugar, interrogaron a la persona que acudió al banco a retirar el dinero. Según trascendió, indicó que fue contactado mientras buscaba trabajo y que le habían dicho que debía retirar un documento. Agregó que no conocía más datos de quiénes le encargaron esta tarea.

Ahora, el Ministerio Público y la policía trabajan en rastrear al autor intelectual del intento de engaño.

Consultado el Banco de Chile, éste indicó que el fraude se evitó porque se siguieron los protocolos de seguridad que tiene el organismo. En tanto, SQM declinó comentar el caso.