Hace casi dos meses, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nombró a la bióloga marina Jane Lubchenco en el cargo de ‘enviada para los océanos’, como parte de su programa científico y una de las primeras actividades de la ex directora de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) fue visitar Chile. Su agenda incluyó una intervención en el reciente Congreso del Futuro, donde fue seguida atentamente por su amigo y colaborador Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias. Además, visitó Isla de Pascua y se reunió con la Presidenta Bachelet en La Moneda, cita a la que también asistieron la famosa oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle y algunos integrantes de organizaciones locales de la isla.
En la cita, Lubchenco y Bachelet intercambiaron opiniones sobre cambio climático y la importancia de crear figuras de protección en el océano. “Chile, como un país de mar, tiene que jugar un rol clave y ser ejemplo para otras naciones. Con la Presidenta nos enfocamos en las oportunidades de crear áreas marinas fuertemente protegidas y ella describió el proceso que el gobierno está llevando en esa tarea”, comenta la bióloga marina, poniendo como ejemplo precisamente el trabajo que se lleva adelante en Isla de Pascua.
No será la única visita a Chile de Jane Lubchenco este año. En octubre, Valparaíso será sede de la segunda conferencia Our Ocean, que contará con la presencia del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, de quien Lubchenco es mano derecha. “Una oportunidad para que Chile le muestre al mundo lo que significa ser una nación de mar”, dice.
¿Qué anuncios sobre la protección de los océanos espera que haga el gobierno chileno en esa ocasión?
En la primera conferencia Our Ocean, Chile hizo tres compromisos: uno era acoger la próxima conferencia; dos, unirse a los acuerdos de pesca de las Naciones Unidas; y tres, ayudar a enfrentar la captura ilegal. Espero que en la segunda conferencia, Chile muestre el avance que ha hecho en esas áreas y que tal vez haga otros anuncios relevantes en protección.
¿Espera el anuncio de la creación de un área protegida en Isla de Pascua?
Estaría fascinada de que cualquier país anunciara una nueva área altamente protegida, simplemente porque son importantes a escala local y global.
La pesca ilegal es una de las causas de la disminución de atún en Isla de Pascua. ¿Cómo se enfrenta ese problema?
La pesca ilegal es un problema serio en todo el mundo y por eso es tan importante que los países trabajen juntos para enfrentarla. Puede representar tanto como 24 mil millones de dólares por año. Pero ahora tenemos el conocimiento y la tecnología para enfrentar este problema, que es una amenaza para los pescadores locales. Entiendo que es un gran problema para Chile también y puedo decir que en el mundo la creación de grandes áreas completamente protegidas ha sido una herramienta muy poderosa para devolverles a los océanos su abundancia, entregando protección a la biodiversidad, y para tener océanos más resilientes en el escenario del cambio climático y la acidificación de los mares.
Mar y tierra
Según Lubchenco, los océanos están seriamente impactados por actividades humanas como la sobrepesca, la contaminación terrestre, la destrucción de hábitats, el cambio climático y la acidificación del océano. “Hay soluciones a mano. Ahora tenemos el conocimiento, pero necesitamos mayor conciencia y apoyo público para hacer una transición entre formas más inteligentes de usar los océanos sin agotarlos”.
¿Por qué ha sido más difícil proteger los océanos que los ecosistemas terrestres?
Porque la gente vive en la tierra y mucho de lo que pasa en los océanos no es visible para nosotros. Por mucho tiempo la gente ha mirado los mares como algo tan grande que no habría forma de generar algún impacto en ellos. También se ha pensado que son infinitamente resilientes, pero hemos aprendido que no es así.
En el NOAA, usted aplicó la ciencia para detener la sobrepesca y recuperar pesquerías. En Chile hay estudios que muestran que las cuotas de captura se incrementan pese a las recomendaciones científicas. ¿Puede la ciencia sobreponerse a los criterios económicos?
Chile no es el único país que tiene esta tensión entre el corto y el largo plazo. Porque de eso estamos hablando en realidad, no de ciencia versus economía, sino del corto versus el largo plazo. Una razón por la que es importante tener leyes fuertes sobre pesca es ayudar a mantener el largo plazo siempre presente, porque así se beneficia a todos. Ese es el desafío.
Su amigo Juan Carlos Castilla dice que en Chile el mundo científico no ha sido capaz de transmitir eficientemente el conocimiento sobre el mar para así protegerlo. ¿Es un problema transversal?
De hecho lo es. La mayor parte de la gente no está consciente de los problemas de los océanos ni de posibles soluciones. Y hay mucha necesidad de una conciencia pública sobre cuan importantes son los océanos y las oportunidades de devolverlos a un estado saludable. El programa que comenzó Juan Carlos, Chile es Mar, es un maravilloso ejemplo de una manera de compartir información científica para ayudar a entender más sobre los océanos. La gente en Chile disfruta comiendo productos del mar y piensa en él como un buen lugar para visitar con su familia o ir a la playa. Ambas son buenas razones para querer océanos en buen estado. Si queremos zonas de pesca saludables, océanos para recrearnos, una abundante vida salvaje que observar, buenos trabajos, formas limpias de energía... los océanos pueden proveer de todo eso, pero requieren estar sanos.
En Chile se han creado parques marinos para cumplir los compromisos internacionales sobre protección, pero no son monitoreados ni administrados. ¿Cómo se puede evitar esa situación?
Los “parques de papel” son un problema en todo el mundo. No se hace ningún bien al declarar un área protegida y no hacer nada. Si están cerca de la tierra, es clave dar cumplimiento a la protección para beneficiar a las comunidades y pescadores locales. En el océano abierto podemos utilizar la tecnología para hacer un mejor trabajo asegurando que esa protección realmente ocurra. Es necesario tener en cuenta que entre el 15 y el 17 por ciento de la Tierra está protegida, pero mucho menos del uno por cuento del océano está realmente protegido.
Cambio climático
Después de años de negociaciones, en el Summit de Lima se escribió un borrador para que en 2015, en París, se firme el acuerdo que reemplace al protocolo de Kioto. Si hay suficiente evidencia científica, ¿por qué es tan difícil alcanzar acuerdos sobre cambio climático?
Ha sido un desafío pensar en una transición hacia formas de energía renovables porque eso requiere valor. El reciente compromiso del Presidente Obama y el Presidente de China para llegar a un acuerdo en París es muy alentador y emocionante. Desafortunadamente las compañías que se benefician de la extracción y uso de los combustibles fósiles han sido muy efectivas en crear una sensación de que es muy difícil y caro, pero hay enormes oportunidades para que las compañías y los países tengan beneficios económicos al desarrollar, vender y usar energías de fuentes renovables.
Estados Unidos fue uno de los países que no ratificó el Protocolo de Kioto. ¿Podemos esperar que sea un actor relevante para conseguir un acuerdo en París?
El Presidente Obama ha hecho del cambio climático uno de los temas importantes de su agenda y ha dado pasos activos para enfrentarlo. Lamentablemente, hay gente en el Congreso que está negando el cambio climático y eso ha complicado las cosas. No obstante, el Presidente está absolutamente comprometido con este tema. Estamos viviviendo un momento expectante y espero que eso tenga consecuencias exitosas en París.
Los océanos hoy son un 30% más ácidos que hace 150 años debido a la absorción de dióxido de carbono. ¿Hay evidencia y conciencia de cómo el cambio climático afecta a los océanos?
Creo que muy pocas personas entienden el significativo impacto que el cambio climático ha tenido ya sobre nuestros océanos. Los cambios químicos en los océanos por el dióxido de carbono de la atmósfera pueden tener un impacto muy significativo sobre los mariscos como las ostras, las almejas, los moluscos, los cangrejos, pero también para los bancos de coral y muchas otras plantas y animales del océano. La acidificación del océano es otra razón para reducir las emisiones de carbono tan pronto como sea posible. Como consecuencia de que los océanos se están calentando, los peces se están moviendo a diferentes lugares, los océanos tienen menos oxígeno del que tenían y los niveles del mar están creciendo. El cambio climático es un problema real para la vida en el océano.