Algunos asumen fatiga creativa de sus esfuerzos en solitario. Otros declaran nostalgia irrefrenable por volver a abrazarse con sus viejos compañeros de ruta, maquillando con entusiasmo una oferta económica difícil de resistir. Pero Jarvis Cocker (49) prefiere presentarlo de otra manera: "Sí, lo nuestro tiene que ver con razones emocionales, no necesariamente con música. Al menos en mi caso".
Al teléfono con La Tercera desde su residencia en París, el alma y cerebro de Pulp, uno de los cantantes más mordaces del pop británico que dominó la mitad de los 90, se sumerge en largas explicaciones, retrocede una y otra vez sobre argumentos ya presentados -a veces con torpeza, en otros con sarcasmo- y luce su depurado acento británico para explayarse en torno a los últimos dos años de su vida artística: el retorno en 2011 de la formación más exitosa de Pulp, luego de casi una década de silencio y con tour que reporta dos shows en Chile para el próximo fin de semana (el sábado 24, en el Festival Primavera Fauna, y un día después en el Teatro La Cúpula, ver recuadro).
Por eso, adquiere un tono casi reflexivo, propio de su estampa elegante y su facha de Woody Allen estilizado, para vincular la vuelta de los hombres de Common peo-ple y Disco 2000 con fracturas profundas en su vida. Con los opuestos que encarnan el nacimiento y la muerte. El artista sigue: "La gente siempre me preguntaba por el regreso de Pulp y yo sabía que existía un deseo latente por vernos. Pero el impulso que tuve para hacerlo tiene que ver con una historia muy distinta: cuando fui a Chile como solista, en 2008, estaba con un guitarrista amigo llamado Tim McCall, quien luego murió en un accidente. Fue el momento en que entendí que eso podía pasarle a cualquiera. Pensé en mis antiguos compañeros y sentí que también los podía perder de un momento a otro. Así que, si deseábamos volver a tocar, tenía que ser en ese momento, cuando todos aún estábamos en el mundo. No quería que el tiempo pasara y me arrepintiera de no haberlo hecho. Lo que sucedió fue un shock y tuvo un inmenso efecto en mi persona".
Regreso feliz
No fue el único golpe. "Mi hijo también tuvo mucho que ver en todo esto. El nació justo después del fin de Pulp y nunca me vio como cantante de la banda. Entonces, pensé que sería útil que viera lo que realmente hizo su padre antes que él naciera. Y, bueno, también notamos que aún existía un interés por el grupo, así que había razones suficientes para volver".
Casi dos años después, ¿cuál es su sensación con este regreso?
Bueno, al menos no nos hemos matado entre nosotros (se ríe). La gente ha disfrutado mucho y ha sido muy emotivo viajar y tocar de nuevo esos temas. Estoy muy feliz. Y es que, de verdad, no se lo puedo negar a nadie: Pulp ha sido una parte fundamental de mi vida. Formé el grupo cuando tenía 15 años y estoy aún tocando en él cuando casi ya tengo 50. Así que ha sido parte de mis años más formativos, aunque siento que nunca he llegado a ser un adulto. Sólo he intentado, de alguna manera, convertirme en una persona más madura. Pero me hace sentir más grande ver cómo tanta gente aún canta estas canciones muchos años después de que fueron escritas. Es una sensación de que realmente no desperdicié mis años de juventud.
Como solista, usted se convirtió en un caso atípico: se negaba a cantar los hits de su banda madre en los shows.
De verdad, nunca los extrañé (se ríe). Es que quería interpretar esas canciones sólo en el caso que estuviera con las personas que me ayudaron a crearlas. Todo el mundo me preguntaba por qué no lo hacía, porque no lo rentabilizaba mejor, pero quería respetar a mi pasado y a mis compañeros. El tiempo me ha dado la razón, ya que fue una buena decisión y hoy siento que esos temas viven sólo cuando los canto con Pulp.
De todos los grandes nombres del britpop, da la impresión que usted no disfrutaba de la exposición de esos años.
Así es, no me gustaba mucho la vida de celebridad. Es estúpida. Miro a los tipos salidos de American Idol o Factor X, y no entiendo cómo ellos creen que, a partir de la fama, van a resolver sus problemas. Es una manera extraña de vivir. Me alegro de nunca haberme involucrado en esas cosas, porque no son interesantes ni agradables.
Pero, ¿sentía alguna conexión con bandas como Oasis y Blur?
Siento que fue un momento muy emocionante de la escena inglesa. Pero, mirándolo en perspectiva, habría sido mejor que las bandas hicieran música mucho más interesante. El britpop se concentró demasiado en mirar hacia atrás y en recrear los años 60, lo que es un poco vergonzoso. Se debería haber tratado de crear algo nuevo. Por nuestra parte, sólo tratamos de escribir de nuestras experiencias, buenas y malas. Y la gente se vio reflejada en ellas, porque lo hicimos con honestidad.
Blur, Suede y The Stone Roses volvieron en los últimos años, al igual que Pulp. ¿Siente que para todos fue muy difícil repetir como solista el éxito de sus bandas?
Sí, es muy posible. Cuando algo funciona bien en la música es sólo por una combinación de cosas y por un instante muy puntual que después no se repite más. Aunque hace un tiempo vi a Stone Roses y fue como estar en una iglesia, la gente los amaba. Fue muy bueno.
¿Habrá nuevo álbum con Pulp?
Si lo hacemos, quizás podemos echar a perder todo lo que hemos creado, ¿no? No nos preocupa por ahora, ya que no estamos obsesionados con vender algo, sino que, muy por el contrario, estamos pasándolo bien al tocar temas que ya conocemos.
¿Sabía del culto que existe en Chile por su figura y su banda, con fiestas y eventos?
Lo supe cuando fui. Nunca había estado y el lugar donde tocamos (Caupolicán) me pareció muy grande. No entendía cómo lo íbamos a llenar y si realmente iba a llegar gente. Pensé que nos habían reservado el sitio equivocado. Pero luego volvimos al hotel y muchos fans me estaban esperando y cantando. Ese fanatismo fue una verdadera revelación y lo recuerdo muy nítido. Ahora iremos a dar dos shows que serán distintos, incluiremos temas diferentes en cada noche, porque también es una forma de sentirnos vivos. Si estás en una fiesta, y con buenos invitados, está claro que debes sacarle todo el provecho.