LA INDUSTRIA tecnológica siempre ha necesitado un ídolo. Alguien a quien escuchar atentamente en las presentaciones de nuevos productos, que conquiste con sus palabras, que monte un gran show y se gane la confianza de los consumidores para fidelizarlos con la marca.
Hasta 2011, esa persona era Steve Jobs, fallecido CEO de Apple. Este personaje convirtió a su compañía en una de las más exitosas, gracias a su genialidad al diseñar productos y el poder de venderlos en icónicas presentaciones en vivo, sobre un escenario rodeado de una multitud que aplaudía con fervor.
En su reemplazo, ¿existen otros personajes? Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, tiene un perfil polémico y se le critica su juventud y la falta de un modelo de negocios estable en su compañía. Bill Gates, fundador de Microsoft, se retiró de la industria y se dedica a la filantropía. Así llegamos a Amazon, la tienda número uno en internet, la creadora del lector de e-books Kindle y la responsable -mediante su servicio Web Services- de los contenidos y tráfico de portales como Netflix y Foursquare.
¿El responsable de todo esto? Su fundador Jeff Bezos, quien pese a estar durante casi 20 años en el rubro, se ha mantenido al margen de toda clase de protagonismo. Hasta ahora.
Mentalidad creativa
Sin dudas, el hombre lleva la tecnología en la sangre. De niño ha estado interesado en la computación, graduándose en informática y electrónica en la U. de Princeton. Después de eso, trabajó en la Bolsa de Valores de Nueva York, donde fue el vicepresidente más joven de la historia en una firma de inversionistas.
Pero eso no era suficiente y en 1994, cuando Amazon fue fundada, en un par de horas Bezos escribió en una hoja de papel lo que sería todo el modelo de negocios de una de las empresas más exitosas del planeta, abandonando su lucrativo empleo anterior y dedicándose a comandar un lugar donde puede dar rienda suelta a lo que él imagina como grandes productos para los consumidores.
Obsesión por los detalles
Al igual que Jobs, Bezos se preocupa por cada detalle de su compañía, buscando estar al tanto de toda clase de elementos que afectan a Amazon; desde las decisiones más grandes, hasta cada palabra en pequeños comunicados de prensa. En esto destaca una de sus habilidades más sobresalientes: la capacidad de micromanejo para controlar, según un plan mayor, hasta los puntos que a simple vista parecen insignificantes y que otros CEOs delegan a subalternos.
Con un objetivo en mente
Lo que ha caracterizado a los grandes líderes de toda industria es su determinación por proponer una filosofía de trabajo y aferrarse a ella. Jobs siempre apeló a crear los productos más innovadores en diseño y estética, centrando el trabajo de toda su vida en eso. Bezos sigue una filosofía distinta a la de Apple, pero igual de exitosa: vender servicios.
El enfoque de Amazon no es sacar mayores márgenes de ganancias vendiendo aparatos, sino que conseguir resultados a largo plazo pero estables. Comercializar servicios para fidelizar al público es un apronte inusual en la industria, siendo Apple una de las pocas empresas que con iTunes, ha tenido éxito en la materia. De lograrlo, Amazon podría posicionarse con gran rentabilidad y estabilidad.
Poder de convencimiento
Nada de lo anterior sirve si Bezos no es capaz de subirse a un escenario en un recinto repleto de gente y vender todo lo que puede crear. El 6 de septiembre dio un impecable show en el lanzamiento de su nueva línea Kindle, productos mostrados con elocuencia en un lapso de 1 hora 20 minutos donde solo una persona fue protagonista: Bezos. Sin intermediarios ni interrupciones, demostró que puede hablar a una multitud de periodistas, analistas, inversionistas y potenciales clientes y convencerlos de que su empresa está haciendo las cosas bien.