Afuera, el cantante Michael Stipe aleonaba al público del Movistar Arena con la arenga del Yes, we can y corría hacia bambalinas a ver qué se informaba sobre la elección de Barack Obama. Esa misma noche de noviembre de 2008, el escocés Jim Reid daba vueltas por los pasillos. Su banda, The Jesus and Mary Chain, teloneó a R.E.M. en esa jornada. Reid, sin embargo, no se quedó a celebrar. "Somos gente dolorosamente tímida. Me sentía como un idiota ahí, así que mantuve mi distancia", recuerda al teléfono desde Devon, Inglaterra.

The Jesus and Mary Chain vuelve al país a casi seis años de ese debut, con el escenario sólo para ellos. El grupo fundado en 1983, pionero en someter melodías soleadas al ruido de guitarras, toca el 22 de mayo en el Teatro La Cúpula (entradas en Puntoticket).

Volvieron en 2007 y no han publicado nuevo material. ¿Incluirá algún adelanto en este show?

Me desagrada cuando voy a ver una banda y tocan canciones que nunca escuché. Así que guardaremos lo nuevo hasta que tengamos un disco. Esta vez será más o menos "lo mejor de The Jesus and Mary Chain".

Existe una leyenda negra sobre sus primeros shows: violentos, cortos, intensos. ¿Es más apropiado un escenario pequeño para desplegar algo así?

Se ha vuelto difícil de describir. Ninguno de nosotros había estado en otras bandas y no teníamos idea sobre el negocio. Decidíamos ahí cuándo salíamos al escenario y cuánto íbamos a tocar. Eso ofendía a los que no toleraban shows de 20 minutos. Debo aclarar, eso sí, que en ese tiempo nos presentábamos mayormente en hoyos de mierda y la entrada costaba... ¿dos libras? Tampoco estábamos estafando a nadie.

¿Extraña esa energía?

La verdad es que no. Todo el punto de esta banda es hacer lo que se nos antoja y nos importa un carajo a quién ofendíamos. De repente nos encontramos con que para hacer la música que nos gustaba, teníamos que salir de gira por dos meses. Mientras nadie nos diga qué hacer, que así sea.

Su hermano ha dicho que el grupo es relevante porque hizo música de guitarras cuando todo era "pop electrónico horrible". ¿Sienten que volvieron en un contexto similar?

Definitivamente. Las posibilidades están ahí para que cualquiera haga un disco de mierda, sin respeto por nada, y se vuelva gigante. La música pop de hoy es repugnante. Mis hijos me hacen ver estos shows de televisión donde inventan bandas pop. Dios mío, nunca habían sido tan malas.

¿Viene el nuevo disco?

Tenemos un montón de demos y estamos trabajando. Pero ha habido varios obstáculos. Particularmente, a Will (Reid) le gusta grabar en grandes estudios y eso hoy se ve como un gran desperdicio de dinero. Se hará, eventualmente, pero de manera apropiada.

Johnny Marr, New Order, ustedes... La gente parece disfrutar de los regresos. ¿Por qué?

Si eras bueno en los 80, tiene sentido que quieran seguir escuchándote por 20 años. Me gusta pensar que es una marca de calidad, que una banda pueda volver dos décadas después y ser respetable.