El próximo jueves se estrena en Chile Rango, la película animada en que Johnny Depp vuelve a prestar su voz para un personaje y que lo reencuentra con Gore Verbinski, el director de la saga Piratas del Caribe. En la cinta, el actor se encarga de ponerle la voz a un camaleón, que decide ir al Viejo Oeste en busca de aventuras, para así convertirse en el héroe que siempre soñó.

Desde su primer doblaje en la película El cadáver de la novia (2005), interpretando a Víctor van Dort, que Depp no participaba en un proyecto de animación. Ahora es el turno de Rango, un camaleón hogareño, torpe y asustadizo que intenta adaptarse a su entorno.

En la producción participan en el doblaje otras destacadas figuras como Isla Fisher (Loca por las compras), Abigail Breslin (Pequeña Miss Sunshine), Alfred Molina (Príncipe de Persia) y Bill Nighy (Piratas del Caribe).

Con la intención de realizar un viaje de aventuras, Rango se embarca en nuevas aventuras en el Viejo Oeste, por la crisis de identidad que está viviendo, para ello busca convertirse en un héroe y así dejar de ser la mascota que fue siempre. Por accidente y alejado de sus amigos, llega a un pueblo llamado Dirt, donde es recibido como la última esperanza y lo proclaman Sheriff, pero se da cuenta que las criaturas - que visten como personajes de spaghetti western- que allí viven son más astutas, por lo que debe hacer lo posible por resaltar y superar todo obstáculo para así convertirse en el héroe del pueblo y cumplir su sueño. El perfil que tiene Rango de buena persona con que llegó a la ciudad y que lo caracteriza no es de buen gusto en el pueblo Dirt.

El filme está en manos de la distribuidora Paramount y la productora Nickelodeon Movies, y del área de los efectos especiales se hace cargo la empresa Industria Light & Magic, la encargada de entregar la imagen generada por computador, quien cumplió 35 años y que ya cuenta con mucha experiencia en el rubro.

Para Verbinski lo importante de esta cinta era optar por una animación en vivo, por lo que decidió que durante los 20 días que duraron las grabaciones los actores debían vestir como en el Oeste al igual que la ambientación del lugar de grabación, todo debía estar bien preparado, con el objetivo de crear un ambiente apropiado y que los actores se familiaricen con sus respectivos personajes. "Fue como ensayar para una obra de teatro para el colegio", señaló el director a un portal mexicano especializado en cine, agregando que "para qué dejar de lado lo que se hace en vivo".