Desde niño, Jorge Volpi leía textos de divulgación científica y el año pasado, en su último libro, Leer la mente, fundió en una serie de ensayos ciencia y literatura con maestría. Pero tenía algo mayor: el escritor mexicano venía urdiendo desde hace años un relato ligado a la historia privada del psicoanálisis, que ayer obtuvo el premio Planeta-Casa de América. Volpi se impuso sobre 454 novelas que se presentaron al concurso, venidas de 23 países. El premio: 200 mil dólares y la publicación de la novela, que llegará a librerías chilenas en marzo próximo.
Jorge Volpi, ganador del Premio José Donoso 2009, sucede en el premio a Antonio Skármeta. El año pasado, el escritor chileno ganó el certamen con su novela Los días del arcoíris. Otro autor nacional que lo obtuvo fue Jorge Edwards, el 2008, con La casa de Dostoievsky.
Esta vez, Volpi ganó con la novela La tejedora de sombras, donde desarrolla la historia real de Christiana Morgan (1897-1967), psicoanalista de la Universidad de Harvard, y su marido, Henry Murray, fundador de la clínica psicoanalítica de la misma casa de estudios estadounidense.
La novela recorre su historia de amor, que se extendió por 42 años. "Es una extraña, desgarrada y psicoanalítica historia de amor", comentó ayer Volpi en Madrid, al recibir el premio de las manos de José Creuheras, vicepresidente del Grupo Planeta.
El autor del ensayo El insomnio de Bolívar (Premio Debate-Casa de América 2009) agregó que Christiana Morgan era "una mujer en muchos sentidos adelantada a su tiempo y hoy profundamente olvidada".
La pareja, cuenta el narrador, "sigue un extraño experimento vital, que denominan la Díada, y que bajo el influjo de (Carl) Jung, que fue maestro y analista de ambos, intentan llevar a sus últimas consecuencias, desafiando todas las convenciones de la época".
La tejedora de sombras surgió cuando Volpi escribía No será la tierra (2006), novela que cerró su trilogía mayor, formada por En busca de Klingsor (1999) y El fin de la locura (2003).
"Me topé por casualidad con la vida de la psicoanalista Christiana Morgan", dice Volpi, quien indagó en los archivos de la Universidad de Harvard durante 18 meses. Allí estaban los documentos de Morgan y Murray. En la realidad, Morgan se suicidó, y no quedó claro cuánto influyeron los conflictos con Murray. Veremos qué nos dice Volpi en La tejedora de sombras.
Una de las conclusiones de la escritora Clara Sánchez (miembro del jurado) al leer el libro es "lo peligrosa que es la libertad. Al leerla, la vida de Morgan tenía la sensación de recorrer un trayecto hacia la libertad sexual, amorosa y, sobre todo, de conciencia". El jurado reunió también a Alberto Manguel, Carmen Posadas, Imma Turbau y Carlos Revés.