"A algunos no les gusta la posibilidad de que los procesos de cambio constitucional los lleve adelante el pueblo, y no especialistas y parlamentarios".
"No podemos explicar por qué se prefirió un matrimonio por conveniencia y no por amor (...) los partidos han sido prácticos".
Apenas el comité central del PC anunció la decisión de entregar su pleno respaldo a Michelle Bachelet en la elección primaria del 30 de junio, Alvaro Muñoz Marín, hijo de la histórica militante comunista Gladys Marín, se comunicó con el candidato presidencial del PR, José Antonio Gómez.
En la conversación telefónica, el militante comunista le transmitió su respaldo, pese a la decisión de su partido. Si bien el dirigente sindical de Anfuchid -Asociación de Funcionarios de Chiledeportes- le señaló que respetaba lo acordado por el máximo órgano de resolución comunista, su opinión no cambiaría. "En coherencia con el PC, nuestro candidato debe ser Gómez", dijo a La Tercera, en los días previos al comité central.
Es que pese a las coincidencias programáticas que varios militantes del PC reconocían en los planteamientos de Gómez, y pese también al interés del senador radical de contar con el respaldo de la colectividad que dirige Guillermo Teillier, fue Bachelet la que terminó por convencer a la tienda.
Una de las principales apuestas programáticas de Gómez para convencer a la militancia comunista era su propuesta de asamblea constituyente para cambiar la Constitución de 1980. Un mecanismo que Bachelet no ha descartado, pero que tampoco ha asegurado.
Uno de los sellos diferenciadores de su campaña ha sido la asamblea constituyente. ¿Por qué dicho mecanismo es para usted el único camino viable para cambiar la Constitución de 1980?
Reformar la Constitución a través de las opiniones de expertos y parlamentarios no va a asegurar un cambio de fondo en los efectos que tiene la Carta Fundamental en la vida de las personas. Por eso el mecanismo hoy tiene una importancia relevante. Una asamblea asegurará la representación de actores de todos los ámbitos de la vida nacional, y de esa diversidad emerge un debate. El resultado es una Constitución democrática, surgida desde el constituyente, que es el pueblo.
Michelle Bachelet acaba de recibir una propuesta de su equipo que considera la asamblea constituyente, pero admite que no es el único camino...
Esas son las diferencias que hay entre nuestra candidatura y la de Michelle Bachelet. Nosotros tenemos la convicción de que hay que avanzar en una asamblea constituyente, y eso se puede hacer, porque en la actual Constitución se puede llamar a un plebiscito siempre que la Cámara de Diputados, el Senado y el Ejecutivo estén de acuerdo por ese camino. Para nosotros no es una posibilidad más, es el único camino.
¿Qué posición adoptará Ud. en el evento de que Michelle Bachelet gane la primaria y luego no considere dicho camino?
Una de las razones por las que he sido tan insistente es porque hay un programa levantado por nuestra candidatura, y ese es un compromiso. La necesidad de que el resto de los candidatos también lo considere es crucial. En un debate nacional, vamos a poner en conocimiento de la opinión pública qué van a hacer unos y otros, y ahí, posteriormente, habrá que respetar las opiniones iniciales de quien sea el candidato ganador.
En la retina de la oposición hay una postura que también tiene fuerza, que es la propuesta por Camilo Escalona, quien ha empujado la idea del "camino institucional".
Lo que nosotros planteamos no es un camino fuera de la institucionalidad. Hemos venido planteando la otra vía también de acuerdo a la Constitución. Una cuarta urna: pedirles a los chilenos que voten si quieren una nueva Constitución y si ésta debe ser reformada por una asamblea constituyente. Es un camino institucional que está en el artículo 5 de la Constitución, que señala que el poder constituyente está en el pueblo. A algunos no les gusta la posibilidad de que se lleven adelante procesos de cambio constitucional con la participación del pueblo, y no entre especialistas y parlamentarios. Si estos últimos, los mismos de siempre, hacen la Constitución de Bachelet, revisaremos nuestra participación en ese gobierno. Chile requiere de una nueva política, donde los cambios se hagan de la mano de la ciudadanía.
¿Será oposición de un gobierno que no promueva una asamblea constituyente?
Nos interesa que el próximo gobierno tenga un programa de avanzada y de cambio. Y esa es una unidad. El 1 de julio tenemos que sentarnos a conversar en la oposición cuál va a ser la línea del candidato único. Ahí discutiremos con todas las fuerzas del mundo para que nuestras ideas se incorporen a la primaria, si es que el resultado es adverso. El que gane debe entender que es necesario tener un nuevo pacto social que se refleje en la Constitución.
Se dice que su programa está más a la izquierda que el de Bachelet. ¿Por qué cree que partidos como el PC, la Izquierda Cristiana y el MAS terminaron entregando su respaldo a la ex mandataria?
No conozco las razones por las que estos partidos han tomado esta definición. Supe que el argumento del PC es que optaron por una candidata que pudiera aglutinar y dirigir esta nueva mayoría. Las decisiones de los partidos son misteriosas. No podemos explicar por qué se prefirió un matrimonio por conveniencia y no por amor. En el caso nuestro, estamos casados con amor y decisión. En el otro sentido, los partidos han sido prácticos y se han casado por conveniencia.
¿Qué gestiones hizo Ud. para conseguir el apoyo del PC?
Eso ha sido un mito. Sólo una vez presenté mi programa ante el comité central. No tuve conversaciones privadas ni mucho menos. La decisión es del PC. Son los riesgos que asumimos por enfrentar al poder que pueda representar una candidatura que tiene una mayor cantidad de apoyo partidario.