La calle Corrientes podrá ser el corazón del circuito teatral argentino, pero no es el único lugar para ver buenas obras. Dispersos por Buenos Aires, en lugares nuevos y más pequeños, están escenarios que apuestan por obras más personales y experimentales. Se le llama circuito "off": una oferta distinta al teatro de producción comercial en Argentina.
"Es teatro que se autogestiona y que genera material infrecuente para el circuito comercial. Pero no significa que lleve poco público", dice Guillermo Hermida, director de la obra Como si afuera hubiese nada. El montaje, un éxito del teatro alternativo, es parte de la programación 2013 del Centro Cultural Gabriela Mistral.
"Es una obra coral, que reúne a personajes muy disímiles", explica Hermida sobre su comedia ácida, con momentos musicales, que se presentará en mayo como parte del ciclo Off Buenos Aires. En Chile cumplirá un año de funciones, con su historia de un grupo de amigos treintañeros que se reúne en una fiesta de matrimonio. Un contexto extraño, explica su director, porque "un casamiento genera un clima de enrarecimiento en que la gente suele componer un personaje que habitualmente no es".
Junto a ella se presentará también en el GAM La idea fija, de Pablo Rotemberg, coreografía que ya está en su cuarta temporada y ha atraído nuevo público a la danza contemporánea. Para su director, eso se debe a que "tiene muchos elementos teatrales. Hay texto y canciones. De todas formas, el eje es el movimiento".
Su obra es un atrevido retrato de encuentros sexuales desenfrenados, pero vacíos, inspirada en el cine porno. "Es la estilización de hacer el amor, donde no está el corazón ni el espíritu", dice el director. La obra llama la atención por sus desnudos, pero también por una coreografía maquinal y una banda sonora que mezcla música clásica con el pop de Raffaella Carrá. "Es un universo bastante oscuro, pero con toques de humor. Eso lo equilibra y relaja la tensión", explica Rotemberg.
Se trata de obras que han refrescado el teatro local y llevado nuevo público al circuito alternativo. Y que también han tenido éxito en el exterior. Para el segundo semestre está planificado El pasado es un animal grotesco, montaje de Mariano Pensotti que ya se ha presentado en España, Alemania y EE.UU. A Chile traerá su escenografía móvil, una plataforma giratoria que obliga a pasar de una escena a otra y, así, contar 10 años en la vida de cuatro jóvenes de entre 25 y 35 años. Para Pensotti es "el momento en que uno deja de ser quien cree para convertirse en quien es". Jóvenes en crisis, que también son la excusa para contar los cambios políticos, sociales y económicos de la historia reciente de Argentina.