La estadounidense Amanda Knox (25) y el italiano Raffaele Sollecito (29) tendrán que afrontar un nuevo juicio por la muerte de la estudiante británica Meredith Kercher en 2007, después de que el Tribunal Supremo italiano anulara la sentencia de absolución y ordenara repetir el proceso. Sin embargo, Knox no puede ser extraditada desde su país a Italia. Según la fiscalía, la decisión de absolución se basaba en la fiabilidad de las pruebas de ADN realizadas en el arma del crimen (un cuchillo) y debe ser "anulada", ya que contenía "omisiones y muchos errores". Knox y Sollecito habían sido condenados en primera instancia a 26 y 25 años de prisión, respectivamente. Ambos fueron absueltos en 2011 tras pasar cuatro años presos en Italia.