Saltando como un verdadero canguro. Esa es la filosofía de Kangoo Power, disciplina deportiva que surgió como un medio de rehabilitación, pero que hoy promete ser una efectiva forma de bajar de peso y que se practica en Europa, Estados Unidos, Brasil y Argentina.
Llegó a nuestro país hace poco más de un año de la mano de Total Fitness, centro de formación de instructores y único distribuidor de las Kangoo Jumps, calzado con el que se practica este ejercicio de rebote de bajo impacto. "Son un invento de los suizos. Vieron estas botas de rehabilitación y las modificaron para hacer deporte reduciendo el impacto del rebote hasta en 80%", dice José Lumbrera, director y representante de Total Fitness.
Eso significa un menor impacto en las articulaciones, ideal para personas con sobrepeso o con alguna lesión en rodillas y tobillos, y a quienes les cuesta mantener rutinas de trote, salto o baile. Con esta tecnología, se puede saltar durante 45 minutos continuos, sin efectos secundarios ni molestias posteriores. Lumbrera dice que en las clases se sigue una coreografía con música y se juega con la intensidad de los movimientos, para lograr un trabajo muscular constante. "Es una clase explosiva, se trabaja mucho la potencia muscular y quemas más calorías que en cualquier otro tipo de programa", asegura.
Karla Díaz, instructora de Kangoo Power, lo confirma. Desde el año pasado sale a trotar con su grupo de alumnas por la costa de Viña del Mar con las llamativas Kangoo Jumps (botas). "Aumenta la capacidad cardiovascular, disminuye el estrés, mejora la postura y el equilibrio, y quema entre 1.000 y 1.200 calorías por clase", dice. Este último efecto se produce no sólo por el trote constante, también porque se suma el peso de las botas: 1,5 kilo cada una y miden 50 cm. Eso sí, son fáciles de usar. Basta pisar en el centro de la bota para traspasar el peso del cuerpo.
Para practicar esta disciplina, basta una superficie estable y lisa. De hecho, existe una modalidad llamada "Kangoo Boot Camp", al aire libre. Así la conoció Romina Ramírez, al toparse una tarde con una clase frente a la playa Las Salinas, en Viña del Mar. Desde hace años que tenía dolores en un tobillo y las rodillas, lo que le impedía hacer ejercicios que impactaran las articulaciones.
"Desde que probé el Kangoo quedé fascinada. Cansa mucho, pero al ser un deporte de bajo impacto, no me duele nada cuando termino las rutinas", dice Romina. Lo mismo cuenta Hedi Mazuela; con sólo dos meses de práctica, dos veces a la semana, puede dar fe de su efectividad:"Cuando partí estaba casi en 70 kilos, ahora estoy en 63", dice.