Al menos en dos lugares se ha hospedado el sacerdote Fernando Karadima, desde que dejó hace un mes la iglesia Sagrado Corazón de El Bosque.

Según una investigación de Ciper Chile, el sacerdote investigado por supuestos abusos estuvo primero en la comuna de María Pinto, en el fundo de Francisco Costabal. Este último es presidente de la Acción Católica de la parroquia de El Bosque.

El mismo artículo dice que, actualmente, Karadima se encuentra en el campo de la familia Tocornal Vial, en Buin.

Cercanos al sacerdote confirmaron anoche que su paradero es Buin. También afirmaron que los hermanos Jaime y Gonzalo Tocornal conocen al sacerdote desde 1978 y que, por la cercanía que han tenido por más de 30 años, mantienen buena impresión de él.

La investigación de Ciper también afirma que el Arzobispado ordenó que el sacerdote abandonara dos casas que su familia ocupa al interior de la parroquia. Una de ellas es habitada por la hermana del sacerdote, Patricia Karadima.

Cercanos al prelado, sin embargo, niegan que la Iglesia haya dado esa instrucción.

Las mismas fuentes dicen que, en todo caso, el sacerdote sólo permanecerá hasta hoy en la casa de Buin, porque debe entregarla para que sea ocupada por otros familiares de los Tocornal. Su entorno se dedicará hoy a buscarle un nuevo lugar donde hospedarse.

Karadima había dejado la parroquia a principios de septiembre argumentando razones de salud. Justo en ese momento era investigado por supuestos abusos y presuntos pagos a testigos.

Designan delegado

El Arzobispado confirmó ayer la intervención de la Unión Sacerdotal, grupo de sacerdotes formado por Karadima. La decisión fue fundamentada en la necesidad de "enfrentar los desafíos presentes en las actuales circunstancias", por lo que su director, Andrés Arteaga, y los consejeros Antonio Fuenzalida y José Tomás Salinas dejan sus cargos. Se nombró un consejo directivo de transición, encabezado por el vicario Fernando Vives, en calidad de delegado episcopal, y secundado por Samuel Fernández, perteneciente a la asociación, y Javier Barros.

Según fuentes eclesiásticas, Errázuriz designó a Vives por ser un sacerdote no diocesano y externo a la agrupación, lo que le da autoridad y distancia para tomar decisiones, pero al mismo tiempo, con experiencia en los procesos internos de una fraternidad y a quien los miembros de la Unión Sacerdotal no perciban como ajeno, pues se trata del vicario que tiene a cargo la jurisdicción del templo.

Fue Vives quien, de hecho, supervisó la indagación sobre los procesos administrativos, económicos y pastorales de esa parroquia de Providencia.

Otras fuentes afirman que antes de tomar la decisión, Errázuriz recibió el ofrecimiento de los otros dos obispos auxiliares de Santiago, Cristián Contreras y Fernando Chomalí, para ocupar el cargo de delegado.

Poco antes del anuncio, Arteaga dijo a La Tercera: "Soy obispo auxiliar de Santiago, vice gran canciller de la UC, presidente de la Fundación Francisco Fresno. Hasta este momento, que son las 12, sigo en mis cargos. No sé qué viene. Esperamos siempre que los cambios sean para mejor".