El jueves, poco después de presentar la incorporación del economista Hernán del Soto a su comando, la candidata Keiko Fujimori abordó parte de la estrategia con que ha abordado la segunda vuelta de la campaña y la relación que espera cultivar con Chile. Respecto al fallo de La Haya es cauta.
¿Cómo ha sido lidiar con una campaña en la que quiere hablar de sus propuestas de futuro, pero en la que debe responder permanentemente por el pasado?
Efectivamente, una de las críticas que se le hacen a mi candidatura es precisamente los errores que se cometieron en el pasado. Yo he criticado los errores y delitos ocurridos durante el gobierno de mi padre y he ratificado mi compromiso de que estos no vuelvan a ocurrir. Pero yo miro hacia adelante, mi propuesta ha sido brindar oportunidades y seguridades para todos y ver de qué manera sumar y construir más allá de nuestras discrepancias.
Su campaña ha estado centrada en convencer a la elite peruana, que votó por Pedro Pablo Kuczinsky, Alejandro Toledo y Jorge Castañeda. ¿No ha dejado un poco de lado al electorado fujimorista?
La elección está aún muy estrecha, no hay una definición. Por lo mismo seguiré trabajando en mi campaña con mucho esfuerzo, tolerancia y alegría para llegar al mayor número de personas.
Hace algunos años, como congresista, usted dijo que no descansaría hasta ver a su padre libre. Ahora, como candidata, señaló que de llegar a la Presidencia no indultara a Alberto Fujimori ¿Cómo se explica el cambio?
Mi opinión inicial era como hija, al ver a mi padre encarcelado. Pero ahora debo opinar como candidata a la presidencia de todos los peruanos y si llegó a la Presidencia sólo tomaré decisiones que tengan que ver con visiones de Estado, que beneficien al país y no tomaré ninguna decisión que beneficie a mi familia.
Usted ha dicho que desea mantener la mejor relación con Chile. ¿Cómo piensa hacerlo cuando en su mandato se conozca el fallo de La Haya?
Esa pregunta la vamos a responder después de la elección, cuando se conozca el resultado del fallo. Pero, obviamente, no sólo espero mantener la mejor relación con Chile, sino con todos los países de la región. Mi compromiso es trabajar arduamente para lograr la integración de Sudamérica, la que debe avanzar más allá de las posiciones ideológicas o políticas que sustentemos los presidentes se debe buscar la integración y buena relación de todos los países.