La avalancha de filmes de superhéroes está lejos de terminar, con Iron man 2, Capitán América, Thor y Linterna Verde en el horizonte, entre otros. Por eso la mirada de Kick-Ass, que debutó ayer en EE.UU., ha resultado llamativa. Tanto que la modesta producción autogestionada ya se asoma como la ganadora de la taquilla del fin de semana y como fenómeno de cultura pop en potencia.

Aunque también se trata de una cinta sobre gente disfrazada en trajes apretados de spandex en colores brillantes, Kick-Ass le da un giro irónico y ácido al género. Basada en el cómic del mismo nombre, la película tiene como protagonista a un adolescente sin ningún poder que decide dedicarse a ser superhéroe, bajo el nombre Kick-Ass. Y como está ambientada en el mundo "real", los personajes terminan en el hospital, sangran profusamente y se convierten en fenómenos de YouTube.

Una de las cosas que más ha dado que hablar es que aparezca una niña de 11 años (Hit Girl, inesperada compañera del Kick-Ass) matando a docenas de enemigos y hablando de manera soez. Unos se han escandalizado y otros opinan que es interesante. Pero todos coinciden en que esta es una versión mucho más violenta, cruda, irreverente y con más estilo de la clásica cinta de superhéroes.