Un nuevo estudio muestra cómo el calentamiento global está acidificando los océanos, cambio químico que a su vez está intensificando las temperaturas. Se trata de un auténtico círculo vicioso sin control, que está agravando aún más el cambio climático que experimenta la Tierra.
Los expertos saben que el océano tiene una gran capacidad para capturar CO2, uno de los principales gases que causa el calentamiento del planeta -más capacidad incluso que la selva amazónica- una captura que sin embargo, está generando una mayor acidificación de las aguas marinas.
Ahora, según expertos del Instituto de Meteorología Max Planck (Alemania), esta acidificación está disminuyendo la capacidad del fitoplancton de generar una sustancia llamada dimetil sulfuro (DMS), que se desplaza por el aire y refleja la luz solar hacia el espacio, enfriando el planeta. El DMS también hace que las nubes sean más brillantes, con el mismo efecto.
Los investigadores alemanes estiman que un 18% menos de DMS será liberado de los océanos en 2100, en comparación con la época preindustrial. Según los expertos, eso se traducirá en un incremento de temperatura de entre 0,23° y 0,48 °C, sobre las actuales estimaciones de incremento de temperatura, que rondan entre los 2,1° y los 4.4 °C para el 2100.
"Nos sorprendió que el efecto fuera tan grande", dijo Katharina Six, autora principal del estudio, a la revista Nature Climate Change. "Esto sin duda acelerará el calentamiento global", agregó la experta alemana.