El primer auto de origen chino llegó a Chile en febrero de 2007. Se trataba del todoterreno Hover, que trajo al país Great Wall, la cuarta mayor marca de China y la número 15 en el ranking internacional.
A la fecha, han vendido más de 45.000 unidades del modelo, cuenta Thibaud Aymeric, gerente general de Great Wall Motors. La cifra no es menor: su precio hace ocho años era de $ 8,5 millones. Hoy, la apuesta de la firma asiática es vender automóviles 10% más baratos que sus competidores, principalmente marcas coreanas y las japonesas de alta gama, explica el ejecutivo.
En la actualidad, 27 marcas chinas se comercializan en el país, según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac). De ellas, la número uno es Great Wall, con 20% del mercado, seguida de Chery, con el 15%, y JAC, con un 11% (ver infografía). Derco es la representante líder en la venta de autos chinos, con un 44,7% de ese mercado y cuatro marcas: Great Wall Motors, Changan, JAC Motors y Geely.
La arremetida china ha sido fuerte. En estos ocho años, esos ve- hículos explican el 9% del mercado automotriz nacional, pero en 2013 llegaron al peak de 11,3%. Fue el mejor año del mercado automotriz local, con ventas históricas de 378.240 unidades, 42.609 de origen chino. En 2014, sin embargo, eso cambió para las marcas asiáticas: se vendieron 32.523 unidades, un 23,7% menos que en 2013. A septiembre de este año, han vendido 17.259 unidades, 46,9% por debajo de igual período del ejercicio pasado.
Buscando el 15% de mercado
Pese al magro desempeño de los últimos dos años, a futuro las firmas chinas apuestan a crecer. La expectativa es alcanzar el 15% del mercado chileno hacia el 2020 y esperan hacerlo de la mano del segmento de los utilitarios deportivos o SUV.
"El crecimiento vendrá de la mano de la fuerte apuesta por los modelos SUV y por el segmento de pasajeros. En ambos segmentos habrá una propuesta muy importante de las marcas que comercializan vehículos chinos", prevé Aymeric, quien también dirige Haval, marca que Great Wall lanzó hace unas semanas para el segmento SUV Premium.
La marca asiática apuesta a terminar 2015 con 1,7% a 1,8% de market share (ventas), lo que implica vender unas 4.600 unidades. Para 2016 esperan llegar a 2% de market share, tomando en cuenta que el mercado total podría vender de 220.000 a 240.000 unidades. "Pensamos que tenemos, tanto en Great Wall como en Haval, espacio para crecer. En un mercado donde el consumidor chileno será más cuidadoso para invertir, nuestro foco debe estar en entregar al cliente un producto de gran performance técnica y a un precio competitivo", plantea el ejecutivo.
En Cidef -comercializadora de las marcas DFM, Gac Gonow y ZNA, con la línea pick ups RICH, entre otras- también apuestan por el crecimiento. El gerente general de la firma, Gonzalo Landaeta, estima que los vehículos chinos comenzarán a quitar espacio a los autos usados.
"Tenemos la plena convicción de que el crecimiento irá en aumento. Un factor que determina eso es que, cada vez más, la gente está probando vehículos chinos. Más que quitarle participación al segmento de vehículos nuevos, mi impresión es que los autos chinos van a quitarles mercado a los autos usados", añade.
Landaeta subraya que hoy es más atractivo comprar un auto nuevo, "con garantía, equipamiento, seguridad y cero kilómetro", que uno usado de tres años, donde sumando "la relación precio-calidad, hace que este conjunto de factores sea determinante para que el consumidor prefiera un auto nuevo".
Cidef lleva tres años con la marca DFM de Dongfeng, la más grande del país asiático, destaca el ejecutivo. En 2014, las ventas de este modelo aumentaron 14%, "en circunstancias que la competencia caía". Este año también esperan un desempeño positivo, pese a que el mercado tiene menos expectativas de crecimiento.
Chery, la segunda mayor marca china que se vende en Chile, también apuesta por crecer. "Entendemos que se está viviendo un contexto donde el mercado está contraído, pero para nosotros son oportunidades para tomar una mayor participación", afirma el gerente general de la firma en Chile, Hugo Castro.
Hoy, sus modelos SUV Tiggo y Grand Tiggo representan casi el 60% de sus ventas. "No tenemos duda de que Chery se convertirá en un actor relevante de la industria en pocos años", enfatiza.
El mercado perfecto
Pero ¿cuál es el interés de China en traer sus autos a Chile? Aymeric sostiene que Chile es "el mercado perfecto", porque no existe la producción automotriz y, además, tiene mayor cantidad de tratados de libre comercio firmados con los grandes países abastecedores de productos. "Un Great Wall importado desde Colombia tiene 35% de arancel y en Chile es arancel cero. Es decir, sin tocar nada, Colombia es 35% más caro que Chile", enfatiza.
"Pese a que el ingreso ha ido bajando, el mercado sigue siendo atractivo. Un factor es porque no tenemos aranceles", añade Landaeta.
También es perfecto por la oportunidad de compra, coinciden los ejecutivos. Aymeric comenta que en Colombia, por ejemplo, los modelos citycars son relevantes, porque marcan la barrera de entrada para obtener un auto nuevo.
"En Chile, el citycars es de fácil acceso para un profesional joven, pero puede ser para una familia en Brasil, porque allá no se tiene acceso a un auto más grande. Ahí te das cuenta de que Chile es un país competitivo", dice el ejecutivo.
En opinión de Castro, Chile es uno de los pocos key market (puerta de entrada) de Chery a nivel mundial. "Esto se debe a lo extremadamente competitivo del mercado chileno, con casi 70 marcas. Para Chery, es un mercado muy interesante para ver cómo ha sido bien aceptada la marca, a pesar de la gran competencia u opciones que tienen los consumidores", detalla el gerente.