SE llama Memoto y es una de esas ideas que podría quedar en nada o ser revolucionaria: una mini-cámara que, colgada de la ropa con un clip, toma fotografías de nuestro día a día cada 30 segundos, sin enterarnos, sin apretar un solo botón.

Con Instagram y el móvil, ya tomamos y compartimos instantes de nuestras vidas. Memoto (www.memoto.com) propone ir más allá: esta cámara de 5 megapixeles, con GPS y acelerómetro, toma fotos por sí sola; al conectarla por USB al computador, las vuelca a una aplicación online ordenando y seleccionando automáticamente las más interesantes mediante reconocimiento de imagen (por ejemplo, aquellas en las que aparece gente, las que son nítidas…). El resultado es una especie de álbum fotográfico con los mejores momentos del día preservados para siempre.

El proyecto debutó esta semana en Kickstarter, la popular página de financiación colectiva, para recaudar US$ 50.000 y fabricar las 1.000 primeras unidades. En unas horas consiguió más de la mitad. Hoy ya supera los US$ 240 mil y sus creadores ya apuestan por una meta de US$ 350 mil.

Memoto es la última idea salida de Suecia. Su creador, Martin Källström, explica desde Estocolmo que el sentido no es coleccionar miles de fotos, sino un puñado para preservar los momentos más preciados. Källström, de 38 años y con cuatro start-ups creadas, dice que la idea es totalmente innovadora. "Capturar los momentos de tu vida de forma automática e inteligente es algo que no se había hecho antes", afirma y añade que está todo listo para producir las primeras unidades.

Han conseguido miniaturizar los componentes electrónicos, ya tienen un socio en Taiwán para la fabricación y han probado que todo funciona. Unas 14 personas trabajan con él en Estocolmo. "Lanzarlo en Kickstarter nos permite conseguir algo de financiación extra y comprobar que la idea interesa".

La cámara no tiene controles (la foto promocional es un prototipo hueco creado por una impresora 3D). Mide solo 36 mm de ancho por 36 de alto y 9 de grosor; el GPS añade localizaciones para buscar mejor entre las fotos una vez online y el acelerómetro orienta las imágenes por si la cámara no apunta en la dirección correcta. Valdrá US$ 279, aunque en Kickstarter se puede obtener descuento.

Si todo funciona, Källström cobrará también por almacenar las fotos, unos US$ 70 al año (el primer año sería gratis). Asegura que las imágenes siempre se podrán exportar, sin coste adicional salvo que sean miles de fotos. "Con Memoto queremos que la gente se olvide de que lleva una cámara puesta", dice . ¿Y qué hay de la privacidad? ¿Y si nos incomoda alguien en frente con una cámara en la solapa? "Se lo dices. La cámara solo la puedes apagar si la pones sobre la mesa o la guardas en el bolsillo. Lo hicimos justo por eso: para generar transparencia y confianza".