Desde 1997 que las autoridades de París no adoptaban medidas tan drásticas a raíz de la contaminación ambiental. Las autoridades de la capital francesa y sus suburbios limitaron ayer la circulación a la mitad de los vehículos particulares, debido a la elevada contaminación ambiental que ha afectado a la ciudad en los últimos días. Aunque el ministro de Ecología, Philippe Martin, informó que la restricción terminaría anoche debido a la "tendencia a la mejora" del episodio de polución, la crisis ambiental se convirtió en tema de campaña a menos de una semana de la primera vuelta de las elecciones municipales.

Según el titular francés de Ecología, la decisión de limitar la circulación de vehículos con patente par era "necesaria", por "salud pública". Esa medida -junto con otras, como la gratuidad de los transportes públicos como el metro, los trenes de cercanía o las bicicletas municipales y la prohibición de circular para camiones pesados en la región- permitió que la concentración en el aire bajara de 50 microgramos de partículas finas (de 10 micras, PM10) por metro cúbico, el primer nivel de aviso a la población. Durante la semana pasada, la concentración superó los 100 mcg/m3. En Francia, la alerta para la salud pública se desencadena cuando hay más de 80 mcg/m3.

Asimismo, las restricciones implementadas sirvieron para rebajar el tráfico entre un 25% y un 30% y los tacos en un 62%. Unos 700 policías fueron desplegados en 60 puntos de control. Los automovilistas que circulaban con patente par (salvo que transportaran a tres o más personas) eran multados con 22 euros si la pagaban de inmediato y 35 euros a partir de tres días después. Sólo hasta el mediodía se habían cursado cerca de 4.000 infracciones.

Los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente del jueves mostraron que había 147 mcg/m3 en el aire de París, frente a las 114 de Bruselas, las 104 de Amsterdam, las 81 de Berlín y las 79,7 de Londres. La capital gala es más proclive a la contaminación que sus pares europeas por los subsidios de Francia al diésel (que supone casi el 70% del parque automovilístico) y su alto número de vehículos. El fenómeno se agravó por una semana de un inusual tiempo cálido y soleado.

A juicio del primer ministro Jean-Marc Ayrault, los automovilistas parisinos "aceptaron" las restricciones. "Lo único que nos ha motivado es la salud pública", comentó la ministra de Salud, Marisol Touraine.

Sin embargo, la oposición política y las asociaciones del sector acusan al gobierno socialista de François Hollande de ceder a la presión de sus socios de coalición, los Verdes, de cara a las municipales. Así, la candidata a la Alcaldía de París de la opositora UMP, Nathalie Kosciusko-Morizet, criticó por tardías y "cosméticas" las medidas adoptadas de urgencia por la alcaldía. Su adversaria socialista Anne Hidalgo, favorita en las encuestas, se mostró favorable a un sistema de calificación de los vehículos en función de su poder contaminante.