Una semana antes de anunciar su abdicación, el 2 de junio de 2014, el Rey Juan Carlos I de España dio una extensa entrevista para un documental, la que -en definitiva- se convirtió en su última conversación de este tipo como monarca. Fueron dos días en que el equipo, encabezado por el director hispano-francés Miguel Courtois y a la historiadora francesa Laurence Debray (autora del libro Juan Carlos de España), pudo grabar durante ocho horas al monarca, cuando ya tenía decidido que él iba a dar un paso al costado y que su hijo, Felipe, asumiría el trono.

Sin embargo, una vez que el documental Yo, Juan Carlos I, una producción en la que participó la Televisión Española (TVE)-, estuvo listo para su exhibición con motivo del primer aniversario de la abdicación, la cadena estatal hispana decidió no considerarlo en su programación. "Es un producto que no es actual. Trata de un rey que ya no es rey", dijo un vocero del TVE. Aseguró que el filme, de la productora francesa Cinétévé, está "descontextualizado" y que "no se puede emitir tal y como se montó. Está en la bodega y habrá que repensar el trabajo y rehacerlo porque el plateamiento es del pasado. Es una pieza que no es oportuna".

Podría haber influido en esta decisión el hecho de que en TVE hubo algunos cambios en su dirección, entre que se dio luz verde al documental y el momento que el filme estuvo terminado. Pero también habría molestado que entre los entrevistados que aparecen en la película no hubiese sido incluido ningún dirigente del Partido Popular (PP), del actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy. Courtois respondió que "la película es histórica y en los momentos clave de la Transición los protagonistas fueron los socialistas. Para narrar el golpe de Estado (de 1981) es más lógico grabar a los políticos de aquella época que a Rajoy".

Yo, Juan Carlos I tiene una duración de 150 minutos y fue grabado entre finales de 2013 y mediados de 2014. Durante la entrevista con el entonces Rey, Laurence Debray le fue mostrando imágenes de su vida, las cuales Juan Carlos de Borbón fue comentando y analizando los distintos momentos históricos que le tocó vivir. De esta forma las declaraciones del entonces monarca, así como las de su hijo, el entonces príncipe Felipe, adquieren mayor importancia si se tiene en cuenta que las hicieron cuando ambos protagonistas ya sabían que se iba a producir la abdicación.

"Un rey hablando sobre su reinado es algo excepcional, un testimonio audiovisual único que si se tarda en emitir puede perder su sabor", dijo Lucie Pastor, productora ejecutiva de Cinétévé, citada por el diario español El País. "Por su factura, rigor y valor histórico se merece ser emitida en La 1 (de TVE), en prime time. Es oro puro para cualquier programador", sostuvo Ignacio Gómez-Acebo, ex director de Estrategia y Programación de Televisión Española.

En el documental, Juan Carlos afirmó que "los peores momentos de mi reinado han sido los asesinatos terroristas (protagonizados por ETA) que han sufrido los españoles durante tantos años: más de 800 personas muertas". Aseguró que el acto donde su padre Juan de Borbón abdicó en 1977 en favor de él "tenía que haber sido más solemne y con más boato, porque se lo merecía".

Incluso Juan Carlos de Borbón recordó con humor su primera reunión con Francisco Franco. "Me llamó para que fuera a verle a su despacho. Yo entonces era un crío. El hablaba de no sé qué cosas y yo la verdad es que no le escuchaba, porque había un ratoncito corriendo por el suelo de su despacho. Yo lo único que hacía era mirarlo. El se dio cuenta y me preguntó que qué pasaba y yo señalé al ratón y le dije que eso es lo que me merecía mi atención". Cuando Debray le preguntó por qué aceptó estar junto a Franco durante tantos años y heredar así la jefatura de Estado respondió que "si no hubiera aguantado lo que aguanté, no habría sucedido lo que luego sucedió en España: la reinstalación de la democracia y de la monarquía parlamentaria".