Los virus transmitidos por los mosquitos de la familia Aedes surgieron hace milenos. Pese a que se desconoce la fecha exacta, sí se sabe que sus inicios se remontan desde que los pobladores de África comenzaron a almacenar agua. Fue en ese momento cuando los mosquitos comenzaron a depositar sus huevos en los recipientes domésticos y se adaptaron para infectar a los humanos.
Así evolucionó la fiebre amarilla, el dengue, el virus chikungunya, todos arbovirus perteneciente al género flavivirus transmitidos por mosquitos. De esa familia es el virus Zika, una enfermedad que se detectó como similar al dengue en sus síntomas, pero más leve y muchas veces asintómatica, y de la que se tuvo conocimiento por primera vez en 1947, de forma casual.
El descubrimiento se produjo en el bosque de Zika, una reserva forestal a orillas del lago Victoria, en Uganda, por dos científicos de Escocia, George Dick, patólogo, y Alexander Haddow, entomólogo, quienes investigaban la fiebre amarilla.
Desde 1936 que Dick y Haddow estaban en la zona financiados por la Fundación Rockefeller estudiando enfermedades tropicales. En su trabajo los investigadores detectaron que distintos mosquitos son activos a diferentes alturas y construyeron una plataforma de acero en un árbol en el bosque para realizar sus experimentos. En esa jaula estaba el mono rhesus, que el 18 de abril de 1947 desarrolló fiebre y que, según revelaron las pruebas de laboratorio, tenía un virus desconocido. Tal como dictaba el protocolo, fue nombrado Zika por el bosque en el que fue identificado por primera vez.
Superando fronteras
El virus desde entonces se mantuvo en África ecuatorial y luego pasó a Asia, circulando en primates y mosquitos. Años después comenzaron a documentarse los primeros casos en humanos.
En la reserva forestal aún permanece el Instituto de Investigación de Virus de Uganda. En más de 60 años de observación, Zika nunca se vio como una amenaza, ya que no causa fiebre hemorrágica o muerte.
Pero eso cambió. En 2007 se declaró en el Pacífico el primer brote documentado de la enfermedad. Posteriormente en 2013, se notificaron casos y brotes de la enfermedad en el Pacífico occidental, las Américas y África.
Se cree que la ampliación de los hábitats de los mosquitos , causado por la urbanización, explicaría el avance de la enfermedadad que por décadas se mantuvo restringida a África y Asia. Científicos postulan que la cepa de 2007 es una mutación del virus original encontrado en Uganda, y que por ello su virulencia se ha incrementado.
Cuando la enfermedad aterriza en América en 2015, no sólo se propagó con rapidez, sino que además se comenzó a sospechar de un nexo con la microcefalia.
Nueva vía de contagio
Hoy se sabe que no sólo se propaga por la picadura de los mosquitos, sino que también puede ser comunicada sexualmente. Nexo descubierto por Andrew Haddow, entomólogo médico, nieto de Alexander Haddow, descubridor del virus.
En 2009, en Senegal, Haddow conoció al médico Kevin Kobylinski, quien le contó que durante un viaje anterior, su profesor, el biólogo Brian Foy, y él fueron infectados con un misterioso virus, que terminó afectando también a la esposa de Foy, quien nunca estuvo en Senegal. Entonces ni los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. supieron qué virus fue, pero Haddow sospechó de Zika, lo que comprobaron las muestras de sangre que analizó.
Hoy se estima que a fin de año el virus afectará a más de 4 millones de personas. Lo que ocurra no está claro. Sí se sabe, dicen los científicos, que se trata una epidemia viral con un comportamiento inesperado, resultado de la globalización.b