La televisión japonesa está retratando a la joven de 25 años Miki Endo como "la nueva heroína de Minamisanriku", ciudad costera de la región de Miyagi que prácticamente desapareció producto del tsunami que ocurrió después del terremoto del pasado 11 de marzo.
Luego del sismo y cuando las olas de más de 10 metros comenzaron a acercarse a las costas de la localidad, Endo, una funcionaria pública del Departamento de Manejo de Crisis de la ciudad, comenzó a alertar con ayuda de un megáfono a los habitantes de la ciudad que se acercaba el tsunami, por lo que todos debían alejarse de la costa. "Por favor, corran rápido", comenzó a decir.
Según las personas que presenciaron la escena, la joven no detuvo sus gritos hasta que probablemente ella misma fue arrastrada por el agua que arrasó la localidad.
"Siguió gritando cuando la ola estaba ya ahí", relató su madre a la cadena de televisión japonesa NHK. "Quería hacer lo mejor hasta el último minuto, pese a que debía estar muerta de miedo".
Una superviviente de la zona, quien fue testigo de las advertencias de la joven, contó que " gritaba con tal insistencia e intensidad pidiendo que la gente se alejara de la costa, que muchos le hicieron caso y lograron huir. Ello quizás salvó muchas vidas".
Otro testigo dijo que "Miki Endo nunca dejó el megáfono, incluso cuando la ola negra llegó a la ciudad, para que así todos pudieran escuchar su llamada de alerta".
El sobreviviente de 61 años, Taeza Haga le dijo a la madre de Miki que las advertencias de la joven le salvaron la vida, ya que, al escucharla, se subió rápidamente a su auto en busca de tierras más altas. "Escuché la voz de ella todo el tiempo", dijo Haga.
Los padres de Miki sobrevivieron a la catástrofe y siguen buscando a su hija, que hasta el momento continúa en la lista de desaparecidos. Una compañera de trabajo de Miki les contó a los padres de ella que había visto cómo su hija era arrastrada por la ola cuando llegó el tsunami.
La localidad de Minamisanriku fue una de las más golpeadas por la catástrofe, y en pocos días se convirtió en un símbolo de la tragedia por la cifra de desaparecidos de la zona. Minamisanriku, que está a unos 466 kilómetros al norte de la capital, Tokio, fue literalmente barrida por el tsunami que alcanzó a la costa nororiental del país y la prensa mundial la mostró como la "ciudad símbolo" de la tragedia. Las autoridades desconocen aún el paradero de más de 10 mil de las 17.500 personas que habitan allí.
En medio de un paisaje desolador, los rescatistas aún buscan sobrevivientes o cuerpos entre los escombros de lo que fueron los edificios de esta ciudad costera. De hecho, sólo tres de ellos lograron sobrevivir a los embistes del tsunami. Uno de ellos es un hospital, donde varios pacientes han muerto por falta de asistencia. También siguen en pie un salón para realizar eventos y una casa aislada en medio del barro y los escombros.