Perdió a su padre cuando sólo tenía cinco años y desde hace 20 vivía con su abuela, Carmen Gutiérrez, en la comuna de Quilpué. El ingeniero eléctrico Leandro Araya Apablaza (38) había decidido viajar todos los días en su automóvil Mazda 3 hasta la casa matriz de la empresa de seguridad ADC, en Santiago, firma donde ocupaba un cargo gerencial. Así lo había decidido para no dejar abandonada a su abuela Carmen Gutiérrez (85), con quien vivía luego que desde hace 12 años su madre se radicara en Alemania, luego de rehacer su vida.

Sin embargo, el "Yoyo", como lo conocían sus amigos, no llegaría a su destino y terminaría convirtiéndose en una de las cinco víctimas fatales del accidente. Algunos testigos dicen haber visto a Araya agonizar durante minutos y pedir ayuda mientras estaba atrapado entre los fierros de su vehículo. Patricia Apablaza, tía del ingeniero, confirmó estas versiones e, incluso, señaló que el "Yoyo" dejó un mensaje a sus seres queridos con una de las personas que intentó ayudarlo. Hasta anoche los cercanos del ingeniero no habían tomado contacto con quien lo ayudó, ya que éste quedaría en estado de schock.

"El siempre quiso vivir con su abuela, no quería dejarla sola", relata Apablaza.

Según la mujer, Araya era un profesional exitoso y había alcanzado un cargo gerencial en su empresa, luego que uno de sus jefes también muriera en un trágico accidente automovilístico hace casi 10 años.

Soltero y sin hijos, hace dos años se había adentrado en los deportes extremos y se convirtió en un amante del paracaidismo y del snowboard. En ese mismo período también se integró al grupo de boinas negras.

"Viajaba mucho, y pensé que andaba afuera, porque la última vez que supe de él estaba en México. Era un joven exitosísimo y como hobby le gustaba el paracaidismo. Era mi sobrino más cercano", agregó Carlos Araya, tío del profesional.

Los familiares del "Yoyo" contaron que esta era la segunda vez que el ingeniero se veía involucrado en un accidente automovilístico. Hace casi dos años, mientras se desplazaba por la misma ruta, se le cruzó un animal, y terminó salvando su vida gracias a la activación del airbag del vehículo. El automóvil quedó casi inutilizable y desde ahí comenzó a usar el vehículo con el que ayer perdería la vida. Por esto, cuenta su tía Patricia, era común escuchar al "Yoyo" decirle a su abuela que él moriría antes que ella.

"Siempre le dijo a su abuelita: yo me voy a ir antes, pero no te 'preocupí', porque ahí están los notebooks, la plata y los seguros", recuerda su tía.

Los familiares del "Yoyo" conocerían por la televisión del accidente y sospecharon que algo pudo haberle pasado al ingeniero. Recorrieron hospitales de Valparaíso buscando información; sin embargo, Carabineros llegaría a la casa de su abuela confirmando la noticia.

La madre del profesional fue informada ayer por Carabineros de la muerte de su hijo, y en las próximas horas viajaría a Santiago. El cuerpo de Leandro Araya sería entregado hoy desde el SML.