En Beijing 2008, a los 21 años, Samuel Wanjiru se presentó al mundo ganando la primera medalla de oro olímpica para Kenia en el maratón y perfilándose como el nombre del recambio. Sin embargo, en los últimos meses su vida dio un brusco giro.

Ayer en la madrugada, el atleta de 24 años falleció en extrañas circunstancias, luego de caer desde el balcón de su casa en Nyahururu, a 195 kilómetros de la capital Nairobi.

Según reportes de la policía, Wanjiru llegó a su hogar cerca de las 23 horas del domingo, en compañía de una mujer, cuya identidad no ha sido revelada. Dos horas después, su esposa Triza Njeri lo encontró a la pareja en la habitación. Discutieron y Njeri huyó no sin antes dejarlos encerrados.

Es aquí donde se produce la gran interrogante del caso. La principal teoría es que, en su desesperado intento por alcanzar a su esposa, se lanzó desde el balcón. La otra apunta al suicidio, aunque su agente, Federico Rosa, lo descarta.

En el atletismo se esperaba el maratón de Londres 2012 para observar en acción a Wanjiru ante Haile Gebrselassie, ausente en la prueba durante los últimos Juegos. El etíope fue uno de los primeros en lamentar su fallecimiento: "Uno se pregunta si nosotros, como familia atlética, podríamos haber evitado esta tragedia".

Sus palabras cobran sentido debido al comportamiento del keniata en el último tiempo. El año pasado fue arrestado por amenazar de muerte a su mujer, aunque la demanda fue retirada por ella misma después de un intento de reconciliación, pese a que la relación no iba bien. Además, el próximo lunes debía presentarse en los tribunales para enfrentar otra acción civil: la posesión ilegal de un rifle AK-47 ilegal. Su representante asegura que era para protegerse de delincuentes, que dos veces atacaron su casa en el último tiempo.

En enero también protagonizó un accidente carretero, al intentar evitar chocar con un camión. Salió ileso, pero luego canceló por lesión su participación en el Maratón de Londres, donde había ganado en 2009.

Su recuerdo deportivo permanecerá impecable. Junto al oro olímpico, se le recordará por sus cinco victorias en los siete maratones que corrió (dos veces en Chicago y otra en Fukuoka) y su condición de mejor especialista en las últimas dos temporadas.

Con el tiempo, sus números podrían haber crecido. Así lo cree Jos Hermens, mánager de Gebrselassie. "Tenía un talento increíble. Podría haber ganado dos o tres Juegos más".