La historia de la Aviación chilena comenzó con un accidente y un rescate. En 1930, Arturo Merino Benítez decidió realizar el primer vuelo de Puerto Montt a Punta Arenas, con el propósito de conquistar la ruta en un avión trimotor junkers. Llegó sin problemas, pero emprendió un segundo viaje, que tendría un resultado diferente: se encontraba sobrevolando los alrededores, junto a la tripulación, cuando cayó en el Estrecho de Magallanes. Tras cinco horas flotando en aguas, con bajas temperaturas, el copiloto de la nave murió. Luego, un buque de la Armada logró rescatarlos. Una vez en tierra, el ex Presidente Carlos Ibáñez del Campo le envió un telegrama informándole que había firmado el decreto para la creación de la Subsecretaría de Aviación que, dos años después, daría origen a la Fuerza Aérea de Chile (Fach).
Con esta anécdota, el coronel (R) Pedro Merino Núñez (68) recuerda a su padre, el comodoro Arturo Merino Benítez, fundador de la Fach, quien ayer fue conmemorado con una ceremonia y un desfile en la plaza de Armas de Chillán, donde participaron compañías y secciones de todas las ramas de las Fuerzas Armadas. El motivo: se conmemoraba el aniversario número 125 de su natalicio. Entre los presentes estaba el comandante en jefe de la Fach, Jorge Rojas, quien lo describió como "un visionario, que se dedicó a desarrollar las alas de Chile en beneficio de abrir rutas y unir las zonas aisladas del país".
Merino Benítez no sólo fue el primer comandante en jefe de la institución, sino que es considerado el prócer de la aeronáutica. En cuatro años creó la Línea Aérea Nacional (Lan), el Club Aéreo de Chile y, ante la falta de cartografía apropiada para la aeronáutica, el Gabinete de Fotogrametría Aérea.
Según el historiador del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, Eduardo Werner, "Merino comprendía el valor de que la Aviación pasara a ser una rama de la defensa nacional autónoma".
Pedro Merino es el primogénito del segundo matrimonio de Merino Benítez con Olga Núñez Espinoza. Al igual que su hermano Arturo, formó parte de la Fach, llegando al grado de coronel. Recuerda que su padre fue el primero en subirlo a una aeronave, cuando tenía 12 años: "Comodoro era un organizador, sabía darles a las instituciones una reglamentación y definir las funciones. Además, era un líder innato. Es decir, sabía causar en la gente con que trabajaba una motivación detrás de los objetivos que perseguía. Fue capaz de formar en los años 30 toda la estructura aeronáutica nacional".
Su nieto, Arturo Merino Ossa, oficial (R) del Ejército, afirma que, pese al liderazgo que ejercía, el comodoro no fue determinante en la elección de su carrera. "Pese a ser un hombre de carácter, dejaba que tomáramos nuestras decisiones por nosotros mismos", recalca.