Karen King (58) ostenta un currículo que la califica como experta en el estudio de antiguos textos cristianos: en 2009 fue nombrada Profesora Hollis de la Escuela de Divinidad de la U. de Harvard (EE.UU.), uno de los puestos más prestigiosos en el campo de los estudios religiosos y que en sus 288 años de existencia nunca había sido ocupado por una mujer. Debido a este cargo y a libros de su autoría como El evangelio de María de Magdala, King suele recibir curiosos correos electrónicos. Como el de una mujer que aseguraba ser María Magdalena o el de un hombre que decía poseer un código para descifrar los misterios de la Biblia. Por eso el e-mail que recibió el 9 de julio de 2010 le generó escepticismo: su autor era un coleccionista que decía haber adquirido un manuscrito con una aparente discusión entre Jesús y un discípulo sobre su "esposa" María Magdalena.

Este personaje es la segunda mujer más mencionada en el Nuevo Testamento luego de la madre de Jesús y aparece en escenas claves de su vida: cuando los discípulos se alejan del escenario de la crucifixión, ella sigue a su lado. Está presente en su entierro y, según menciona el Evangelio de Juan, es la primera persona ante la cual Jesús aparece tras levantarse de su sepulcro. Pero su rol siempre ha estado rodeado de controversia. Mientras documentos históricos, como la Patrología Latina (colección de textos de padres de la Iglesia publicada en el siglo XIX y traducida por universidades como Duke), indican que las homilías del Papa Gregorio Magno en el siglo VI iniciaron 1.400 años de acusaciones que la tildaban de ser una adúltera, antiguos textos no canónicos hallados en el último siglo (como el Evangelio de Felipe, analizado y traducido por expertos de universidades como Yale y Humboldt) sugieren que Magdalena era la compañera de Jesús.

El autor del e-mail decía haber adquirido el papiro en 1997 a un coleccionista que, a su vez, lo compró en la Alemania oriental de los 60. Y el correo venía acompañado de fotos del texto y una traducción no autentificada con la palabra María y la impactante frase: Jesús les dijo a ellos "mi esposa…". Pero, consciente de falsificaciones como la "tumba de Jesús" hallada en 2010 en Jerusalén y del hecho de que el Vaticano ha tendido a rechazar anuncios mediáticos como el Evangelio de Judas, King prefirió olvidar el tema.

Eso, hasta junio de 2011, cuando el coleccionista -que permanece anónimo- le insistió que analizara el manuscrito, puesto que había una oferta de compra y quería saber precisamente qué era antes de transarlo o donarlo. Tras estudiar de cerca las fotos, King negoció la entrega del manuscrito y de los documentos anexos de expertos europeos que lo habían estudiado anteriormente. Luego de intensivas consultas con otros investigadores, la conclusión publicada por King en Harvard Theological Review despertó nuevamente la polémica: se trataría del primero y único papiro de la antigüedad en describir a un Jesús casado.

El documento, presentado en Roma, corresponde a un trozo de papiro no más grande que una tarjeta bancaria y escrito en copto (ver infografía), dialecto egipcio usado para traducir textos cristianos en el tercer y cuarto siglo d.C., cuando Alejandría disputaba el título de cuna del pensamiento cristiano con Roma. El texto, escrito con un fluido de tinta muy tosco -que denotaría su antigüedad-, menciona a María, señala que Jesús vive con ella y que la considera una discípula capaz, según la interpretación de King.

La experta afirma estar bastante confiada de que el texto es real, aunque agrega que un 100% de seguridad es casi imposible, sobre todo considerando que aún resta realizar algunos tests químicos a la tinta. Por eso dice entender las críticas publicadas en medios como el diario Observatorio Romano, muy cercano al Vaticano y donde el experto en textos coptos Alberto Camplani calificó el manuscrito como falso.

En declaraciones a la revista Time, King afirma que la decisión de hacerlo público fue motivada precisamente por el deseo de generar discusión: "Por eso recibo con beneplácito los comentarios. Creo que algo como esto necesita ser cuestionado". De hecho, asevera que, aunque el texto parece contradecir la visión tradicional sobre el celibato de Jesús (idea que recién aparece en textos un siglo después de su muerte, como los de Clemente de Alejandría consignados por el sacerdote e historiador Stefan Heid en su libro Celibato en la iglesia temprana), no puede ser considerado como un documento fidedigno sobre su estado civil. Esto, porque probablemente el texto original fue escrito en griego dos siglos después de la crucifixión, para luego ser traducido al copto en el siglo IV. Incluso, la experta y otros investigadores afirman que como evidencia de que Jesús estuvo casado el texto no es más creíble que la novela El código Da Vinci de Dan Brown.

La pregunta que sí plantea, dijo King a la revista del Instituto Smithsoniano, es por qué sólo sobrevivió la tradición escrita sobre el celibato de Jesús mientras que la que describía una relación íntima con Magdalena o incluso un matrimonio fue relegada al olvido: "¿Fue algo totalmente al azar? ¿O esto ocurrió porque el celibato se volvió un ideal del cristianismo?". Al respecto, Robert Cargill, académico de la U. de Iowa (EE.UU.) y uno de los mayores expertos en textos bíblicos antiguos como los rollos del Mar Muerto, aclara a La Tercera que los textos religiosos muestran distintas visiones sociales y culturales de grupos cristianos tempranos: "Los textos de la Biblia forman una colección de literatura antigua que se remonta a varios períodos; tuvo diferentes autores que vivieron y escribieron en distintas épocas. Cada uno escribió y omitió ciertos detalles para incitar a los lectores a comportarse o creer de cierta forma. Este libro fue elaborado de forma subjetiva para convencer a la gente de una cierta forma de creencia en Dios y de una manera particular de adorarlo".

Relato antiguo

Según relató King a la revista del Instituto Smithsoniano, el coleccionista desconoce las circunstancias del hallazgo del papiro o su origen preciso. Solo sabe que el fragmento venía incluido en un puñado de papiros griegos y coptos que compró a fines de los 90 a un tal H.U. Laukamp, en Berlín. Entre los documentos que acompañaban al texto había varias cartas y notas de la década de los 80 en las que Laukamp consultaba sobre los manuscritos a Peter Munro, egiptólogo y director del Museo Kestner de Hannover, y a Gerhard Fecht, experto en lenguas egipcias de la U. Free. En una nota se lee: "Fecht cree que el pequeño fragmento es el único ejemplo de un texto en el cual Jesús se refiere directamente a una esposa. Fecht cree que esto sería evidencia de un posible matrimonio".

Laukamp murió en 2001, Munro lo hizo en 2008 y Fecht en 2006, por lo que no hay certeza de por qué no hicieron público lo que pensaban. Pero King tiene una teoría: "Las personas interesadas en la egiptología tienden a no interesarse en el cristianismo. Les importa mucho más todo lo que se refiere a los faraones. Es posible que simplemente no les haya interesado", afirma a la revista del Instituto Smithsoniano. Para analizar más a fondo el manuscrito, King acudió a Anne Marie Luijendijk, autoridad en papiros coptos y escrituras sagradas de la U. de Princeton, y Roger Bagnall, experto en papiros de la U. de Nueva York y conocido por ser muy precavido a la hora de datar la antigüedad de textos.

¿La conclusión? El color y textura del papiro, junto con el deterioro de la tinta, revelan un texto auténtico. Otro detalle importante es que su estilo de redacción es similar al de los escritos hallados en 1945 por pastores cerca del pueblo egipcio de Nag Hammadi: se trata de 13 códices enfundados en cuero y que presentan 52 textos no canónicos, incluyendo los evangelios de Tomás y Felipe y la Revelación Secreta de Juan, que han sido interpretados por expertos como James Robinson, profesor emérito de religión de la U. Claremont Graduate (EE.UU.) (según esta traducción, el segundo texto describe a Magdalena como "compañera" de Jesús a "quien el Salvador amaba más que a todos los otros discípulos").

Estos textos también son similares a otros como el llamado Evangelio de Judas, escrito en copto y fechado en el 280 d.C., según expertos contratados por National Geographic. Esta interpretación parece contradecir los evangelios canónicos al describir las acciones de Judas como las de un obediente discípulo en lugar de ser un traidor. En el siglo IV, el emperador romano Constantino se convirtió al cristianismo y legalizó este credo, no sin antes imponer orden en las facciones cristianas mediante el concejo de Nicea, donde -según expertos como King- se definió el modelo de fe a seguir y que redundaría en la relegación por impropios de textos como los que mencionaban el nexo entre Jesús y Magdalena.

Otros expertos también han revelado cómo el proceso de elaboración de los escritos explica las modificaciones que sufrieron. Es el caso del análisis del Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans (EE.UU.), cuyos expertos catalogaron durante 20 años miles de cambios introducidos a los textos del Nuevo Testamento, durante siglos de copias a mano que explican omisiones y adiciones.

Por ejemplo, según estas interpretaciones, la historia en que Jesús desafía a una muchedumbre a lapidar a una supuesta adúltera con la famosa frase "aquel que esté libre de pecado que lance la primera piedra" es una variante que comenzó a ser introducida en el Evangelio de Juan 300 años después de su publicación inicial. Para ahondar en las razones de por qué se agregó o quitó información en épocas determinadas, Cargill afirma que hallar una nueva colección, como los rollos del Mar Muerto (972 manuscritos bíblicos y documentos descubiertos por pastores hace 66 años en Qumrán, Israel) sería ideal: "Se podría abrir una nueva ventana de comprensión sobre la forma en que la gente pensaba e interactuaba hace miles de años".