Claudia Ruiz Massieu, nombrada el jueves como nueva canciller de México por el Presidente Enrique Peña Nieto, forma parte de dos dinastías que marcaron literalmente a sangre y fuego la política azteca de la década de 1990. La nueva jefa de la diplomacia azteca, quien anteriormente era secretaria de Turismo es hija de José Francisco Ruiz Massieu y de Adriana Salinas de Gortari.

Su tío es el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y durante su gestión ocurrieron algunos de los mayores escándalos de la política mexicana en las últimas décadas. El 28 de septiembre de 1994, el padre de la nueva canciller, quien había sido gobernador del estado de Guerrero y era secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue asesinado con un disparo en el cuello. Su muerte se produjo seis meses después del crimen del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio.

Era los años finales del reinado de siete décadas del PRI, ya que tras Salinas de Gortari, fue elegido Ernesto Zedillo quien dio las garantías políticas para unos comicios más limpios, de la que salió elegido Vicente Fox, de Partido Acción Nacional (PAN). Tras dos períodos con pres identes del PAN, en 2012 fue elegido Enrique Peña Nieto, que marcó el regreso del PRI a la Presidencia de México.

La Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) imputó como autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu a Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente y tío de Claudia Ruiz Massieu, y quien estuvo una década en prisión con una condena de 27 años y medio por este crimen, del que finalmente fue absuelto.

Otro de los tíos de la nueva jefa de la diplomacia, Mario Ruiz Massieu, quien se desempeñaba en 1994 como sub-procurador General de la República, quedó a cargo de las investigaciones del asesinato de su hermano. Pero pocos meses después, y cuando ya estaba en la Presidencia Ernesto Zedillo, Mario Ruiz Massieu huyó del país acusado de proteger a Raúl Salinas. Sin embargo, fue detenido en el aeropuerto de Newark, Nueva Jersey, donde no pudo declarar los 46.000 dólares, supuestamente dinero lavado del narcotráfico. Se suicidó en 1999 por una sobredosis de antidepresivos cuando estaba bajo arresto domiciliario en Nueva Jersey.