Jaime de Aguirre y Mauricio Léniz estuvieron caminando largamente por los vestigios de Machasa a mediados de 2007. Entonces, el director ejecutivo de Chilevisión y el arquitecto socio del estudio Elton +Léniz se toparon con un panorama sobrecogedor: "Fue como llegar a Humberstone. Imaginar la época de gloria de un lugar monumental, hermoso por su arquitectura y amplios espacios", recuerda Léniz.

En el edificio gerencial de lo que había sido la antigua fábrica textil construida por Juan Yarur Lolas en 1935 y que logró convertirse en la más importante de Sudamérica, todavía colgaban algunas lámparas de lágrimas. Y las escaleras de mármol aún lucían pasamanos de bronce decorados con grandes igriegas, en honor al apellido del fundador. Cuando entraron a la inmensa nave donde solían trabajar cerca de 4.000 funcionarios, hallaron un banco, un consultorio y un teatro. "Machasa era una pequeña ciudad en sí misma", dice el arquitecto.

A la semana siguiente, volvieron a este hito arquitectónico enclavado en pleno barrio del Club Hípico, pero esa vez, con una comitiva más grande. Con una que incluía al actual Presidente, Sebastián Piñera (entonces dueño de Chilevisión), a Mario Conca, gerente general de la estación, y a Rodrigo Jara, el gerente a cargo del proyecto de resucitar Machasa.

Luego de la visita, Piñera puso sobre la mesa cerca de US$ 11 millones, no solo con la idea de trasladar allí su canal de televisión, sino también de crear una ciudad audiovisual. Ese mismo proyecto quedó dando vueltas en los planes de la multinacional Time Warner, cuando le compró la estación al actual mandatario.

Sin embargo, en el paseo que hicieron los nuevos dueños por el interior de la ex fábrica ubicada la calle Pedro Montt, a pasos de la ex Penitenciaría, ya no encontraron las lámparas de cristal y el pasamanos con la gran inicial. Los delincuentes habían llegado primero.

Comienzan las obras

A fines de 2010 comenzó la demolición de una que otra estructura interior. Le tocó su turno al banco, al consultorio, al teatro y a dos chimeneas de 35 metros. Solo en marzo de 2011, se puso la primera piedra del proyecto arquitectónico a cargo del estudio de Elton+Léniz, una conocida pareja de arquitectos que también había remodelado la sede de Inés Matte Urrejola de la estación.

Decidieron dejar en pie gran parte del edificio original, que según indica una ficha técnica elaborada por la Fundación Futuro, fue proyectado por Alberto Cruz Eyzaguirre a comienzos del siglo XX. "Tiene un estilo Art Decó muy sencillo. Solo hubo que demoler los sectores donde los pilares no permitían instalar estudios. El perímetro del terreno (55.000 m2) que ocupará el nuevo enclave audiovisual será restaurado para conservar la fachada de ladrillos de vidrio", cuenta Léniz.

Según el arquitecto, la idea es generar un contraste entre lo antiguo y lo nuevo: "Los pilares son un sello del edificio y quedarán con el hormigón a la vista. Se utilizará bastante muro cortina, mucha transparencia y se conservarán las amplias plantas libres. Además, primará el color rojo, porque es parte de la imagen corporativa del canal". Las lámparas industriales también permanecerán ahí y habrá jardines interiores con árboles. "La altura de ese espacio (6,5 metros) lo permite".

En busca de inspiración

En 2008, Léniz viajó junto a Rodrigo Jara en busca de referencias para diseñar el nuevo canal. "Fuimos a Brasil, al canal O Globo y al Canal 7 de Argentina, pero nada de lo que vimos se ajustaba a lo que queríamos hacer. No tenían un concepto arquitectónico muy potente", dice Léniz.

Entonces decidieron inspirarse en la restaurada galería de arte londinense Tate Modern. "Tomamos la idea de crear un piso técnico sobre la losa del edificio que fuera iluminado, una especie de lucarna que se convierta en símbolo cuando es de noche", agrega.

El nuevo canal estará sobre una planta de 27.000 m2, donde están contemplados nueve estudios de televisión. "Son dos de prensa, dos para el área dramática, tres para programas franjeados, uno general y uno para estelares", explica Jara.

Fuera de eso, habrá un casino con capacidad para 1.500 personas y 700 estacionamientos, 400 subterráneos y 300 en superficie.

El recinto tiene dos accesos. El sector sur, por Av. Centenario, se utilizará para el ingreso del público y la mayoría de los funcionarios. En ese acceso hay un edificio que cuando operaba la fábrica textil, servía de bodega. Pero el nuevo proyecto solo considera rescatar su fachada y, por el momento, permanecerá vacío.

Entre esta zona y la gran nave, habrá una plaza de grandes dimensiones y dentro del canal, se construirá una sala de espera para el público, idea que sí tomaron en sus visitas a las televisoras de Brasil y Argentina. "Así se evitan las aglomeraciones de gente en la calle, como las que hay ahora en Inés Matte Urrejola", dice Jara.

Tanto al oriente como al poniente de la gran nave, hay dos edificios de aquella época. Uno de ellos también permanecerá vacío y el otro será un estacionamiento.

Por el otro flanco, el norte, en calle Pedro Montt, se impone el edificio de tres pisos que albergó las oficinas de Yarur y su equipo cercano. Ahora, la plana ejecutiva de Chilevisión y las oficinas administrativas se instalarán en el inmueble que mantendrá algunos de los detalles y ornamentos de antaño. "Por ejemplo, los pisos de mármol, las columnas de piedra y lo que queda de las escaleras de bronce", explica el arquitecto. Allí está en pie todavía la mesa de directorio de la vieja fábrica, que será reciclada para la nueva sala de reuniones.

Para iluminar con luz natural el piso subterráneo, se está construyendo un patio inglés alrededor de todo el perímetro del edificio gerencial. "Fue una tarea titánica derribar los muros de 60 centímetros. En el intento se han roto varias máquinas", cuenta Jara.

Túneles secretos

En medio de las excavaciones y obras de construcción, los arquitectos y trabajadores se toparon con una red de túneles que funcionaban para conectar distintos sectores de la fábrica. "Hay algunos que no aparecían en los planos y que servían como sistema de evacuación de agua", cuenta Jara. Ahora, serán reutilizados para la canalización y cableado.

Hay otro túnel más, uno que en el sector norte cruza bajo tierra la calle Pedro Montt. "Al otro lado de la vía hay un edificio construido posteriormente, en la década del 60", cuenta Léniz. Pero este no fue adquirido.

¿Qué pasará con el proyecto de crear una ciudad audiovisual? "Por ahora no hay nada concreto", cuenta Mario Conca, gerente general de Chilevisión. Lo que sí está anunciado es que las obras de construcción finalizarían en febrero de 2012 y, en abril, será la mudanza.