"Aliviado", declara estar el ex cónsul de Chile en Shanghai, Enrique Subercaseaux, sentado en el living del departamento de su madre -Mary Rose Mac-Gill- en calle Las Torcazas, Las Condes. Su estado anímico dice relación con el cierre de la investigación judicial que se inició en su contra a fines del 2002 por el cobro de sobreprecios excesivos en la entrega de visas en el consulado que él dirigía. La indagatoria concluyó el 4 de noviembre pasado, sin que se estableciera alguna sanción en contra del otrora diplomático, quien al momento que estalló el escándalo fue destituido de su cargo por la Cancillería chilena.

Tras el polémico episodio, Subercaseaux había decidido no regresar a Chile. Recién lo hizo en enero del año pasado, con el fin de enfrentar la investigación judicial y prestar declaración ante la magistrada Gloria Ana Chevesich.

Así, el hijo del ex diputado liberal y fundador del PPD Julio Subercaseaux -quien falleció el martes pasado- puso fin a una estadía de ocho años en Las Palmas de Gran Canaria, donde se alejó de la vida diplomática y se "reinventó" como gestor cultural, produciendo eventos en España y estrechando lazos con figuras ligadas al ámbito de la música clásica, como el director de orquesta Max Valdés, hijo del ex canciller Gabriel Valdés, y la cantante lírica Cristina Gallardo. Su estadía en la isla del atlántico, además, marcó la separación definitiva con su esposa, Jing Wu, hija de un viceministro del gobierno chino, con quien contrajo matrimonio en 1989, en tiempos en que el diplomático ostentaba un privilegiado rol como nexo para los empresarios que buscaban invertir en el país oriental.

De regreso en Chile, Subercaseaux se ha refugiado principalmente en su familia. En su círculo cercano sostienen que siempre defendió su inocencia, en el entendido de que los recursos que se obtuvieron con las visas sirvieron para financiar las actividades del consulado, realizando una operación que -según ha transmitido- se utilizaba en otros consulados.

"Fue un error administrativo que no era constitutivo de delito", dice a La Tercera el otrora cónsul, quien no pretende regresar al mundo diplomático. Abocado a su rol de gestor cultural, su principal desafío hoy es organizar para abril un ciclo de conferencias sobre ópera junto a la Municipalidad de Las Condes. En paralelo, buscará superar su traumática salida de China -donde vivió durante 15 años- con un viaje al país oriental, que realizará a mediados de este año.