Para comprar "la píldora del día después" en una farmacia se exige que la persona lleve una receta médica, la cual queda retenida en el establecimiento para impedir que sea usada nuevamente. Este es un requisito que se establece para algunos medicamentos sujetos a control de stock, como los sicotrópicos.
Algunos laboratorios están en conversaciones con las autoridades de salud para cambiar este requisito de venta por una receta simple, la cual puede ser emitida tanto por un médico como una matrona.
"Nosotros estamos evaluando con nuestro director técnico poner una sugerencia para habilitar o poner a disposición del público en forma más fluida la adquisición de esta píldora. Toda vez que la condición de receta retenida está dificultando la obtención de ella. Nosotros hemos interactuado con algunas personas del Instituto de Salud Pública (ISP), pero lo vamos a formalizar a través de algún documento para conseguir esa exención", indicó el gerente general de Farmage, Marcelo Flores, importador de las pastillas Escapel 1 y 2, una de las dos marcas que se comercializan en el mercado actualmente.
Otros laboratorios como Recalcine, fabricantes de Tace, han tenido conversaciones informales con la autoridad. Ellos presentaron una petición el 2004, pero fue denegada. Fuentes de la compañía indicaron que están a la espera de esa resolución para sacar el producto al mercado, el cual retiraron hace cuatro años por presiones de grupos opositores a "la píldora".
Expertos sostienen que la receta médica retenida no es necesaria. "La anticoncepción de emergencia no tiene contraindicaciones médicas ni genera adicción, por lo que la receta retenida no se justifica. Por el contrario, genera serios problemas éticos en relación al acceso al método en forma oportuna", indicó la doctora Soledad Díaz, presidenta del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (Icmer).
Según información del Consorcio Internacional de la Anticoncepción de Emergencia, la gran mayoría de los países no exigen receta médica para la venta del fármaco y los que la piden se trata de una receta simple (ver recuadro).
El doctor Guillermo Galán, de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), sostuvo que "la píldora" debiera tener la misma regulación que los anticonceptivos tradicionales. "Con mayor razón en este caso que se trata de uno de emergencia, que se puede tomar sólo antes de las 72 horas después de una relación sexual no protegida".
Respecto de los planteamientos de los laboratorios, la directora del ISP, Ingrid Heitmann, aclaró que no han recibido ninguna solicitud formal hasta ahora y que por ahora "el ISP no está estudiando la modificación de la condición de venta bajo receta retenida".
Otra pastilla que se comercializa es Pregnon del laboratorio Pharmavita. Según su gerente general, Grimaldo Araya, hace 45 días que su producto está a la venta y si bien respetan la normativa actual, creen que mejoraría si se cambia.