Uno de los atractivos escondidos que tiene Concepción, dentro de su radio urbano, son las cinco lagunas que hermosean su paisaje. Las Tres Pascualas, Lo Méndez, Lo Galindo, Laguna Redonda y Lo Custodio se han transformado en materia de análisis, tanto de científicos, como de las autoridades, pues durante los días posteriores al terremoto se transformaron en una reserva líquida, a la que muchas personas tuvieron que acceder, cuando los suministros habían colapsado.

Oscar Parra, investigador del Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción (Eula), viene estudiando hace más de 30 años el comportamiento de las lagunas de la zona. Destaca que la capital del Biobío es la única ciudad del país que posee ese número de cuerpos; no obstante, el descuido y la contaminación han hecho que se tengan que hacer los mayores esfuerzos para preservarlas. "Están contaminadas, con una gran concentración de materia orgánica. Esto sucede porque la gente va a botar basura u otros desechos", dijo.

Diversos alcaldes han tratado de rescatar el valor de la zona lacustre, sin éxito. Tras el 27/F se presentó un proyecto que busca chequear la situación actual de los cuerpos de agua y generar una alternativa para abastecer la ciudad en caso de emergencia. "La idea es ver la factibilidad de mantener las lagunas a tal nivel que el agua se pueda potabilizar", explica Parra.

El equipo de 11 personas lleva cerca de un año trabajando en terreno, en alianza con Essbío y el municipio penquista y ya tienen algunos avances. "Se puede potabilizar. Luego viene una segunda parte, donde se buscará la mejor manera tecnológica de extraerla", agrega Parra.

Las inversión de la iniciativa tiene un valor de $ 170 millones. El alcalde de Concepción, Patricio Kuhn, destacó que ellos realizan una labor constante para mantener las lagunas en buenas condiciones. "El departamento de aseo y ornato constantemente realiza trabajos de limpieza para mantenerla en condiciones adecuadas, para que no represente un foco de riesgo sanitario para la población", señaló.

El jefe comunal dijo que recuperar estos espacios públicos significa un gran avance en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. "Se han podido aprovechar como lugares recreativos", añadió.

En tanto, la directora Regional de Sernatur Biobío, Katherine Echaíz, afirmó que la labor de conservación será el primer paso para convertir estos lugares en centros de atracción para el visitante.

"En la medida que los propios habitantes de la región las valoricen como parte de la identidad comunal, serán espacios de encuentro y de belleza natural únicos. El trabajo, más adelante, es presentarlas como sello característico de la ciudad, de modo que privados vean el potencial de generar servicios asociados", afirmó.