Lanús, el equipo que este fin de semana podría adjudicarse además el campeonato argentino, venció anoche por 2-0 a Ponte Preta, en Buenos Aires, y se adjudicó la Copa Sudamericana, luego de que el duelo de ida terminase igualado 1-1.

Se trató, por cierto, de un choque de fuerzas actualmente desiguales, pues el elenco de Campinas acaba de caer a la Segunda División brasileña.

De este modo, a la escuadra anfitriona le bastaron dosis justas de movilidad, pases largos y eficacia ofensiva para quedarse con la corona.

Los tantos de la escuadra transandina fueron anotados por Víctor Ayala e Ismael Blanco.

Es la tercera corona en la historia del cuadro del sur de Buenos Aires, pues se suma a la Copa Conmebol 1996 y el Apertura argentino de 2007.

Ayala abrió el marcador a los 24 minutos, entrando por el centro, luego de capitalizar un disparo cruzado de Blanco, una pesadilla para la defensa de Ponte Preta.

Tranquilizado por ese gol, Lanús mantuvo el control y, en los descuentos del primer tiempo, Blanco aprovechó un rebote del arquero, tras un cabezazo del uruguayo Santiago Silva en el estadio "La Fortaleza".

Osses, buen desempeño

El tiempo agregado se debió a que el partido estuvo detenido tras la expulsión de Jorginho, técnico de Ponte Preta, por protestar un fallo del árbitro chileno Enrique Osses, quien en general tuvo un correcto desempeño. Jorginho fue campeón mundial como jugador en Estados Unidos 1994 y asistente de Dunga en Sudáfrica 2010.

En el camino de Lanús al título, la escuadra porteña eliminó a Racing Club, Universidad de Chile, River Plate y Libertad de Paraguay, de la mano de su técnico, Guillermo Barros Schelotto, quien fue durante una década atacante de Boca Juniors y ganó 16 coronas. "No era de la casa pero les agradezco como me han recibido, y fundamentalmente gracias a los jugadores", dijo el "Mellizo".