Cinco días después de la muerte de Ernesto Sabato, ocurrida el 30 de abril, su agente literario, Guillermo Schavelzon, anunciaba una nueva edición de la única antología del escritor argentino. Lo mejor de Ernesto Sabato llega esta semana a librerías chilenas, a tres meses de su fallecimiento. El volumen, seleccionado por el propio narrador, reúne fragmentos de sus novelas, ensayos y entrevistas.
Publicado originalmente en 1989, el libro respondió a una invitación del editor del sello Seix Barral, Pere Gimferrer. La propuesta era que Sabato escogiera las mejores páginas de su obra.
El Premio Cervantes 1984 accedió, no sin reparos, a fragmentar su trabajo. "Hay todavía un agravante en un novelista, porque una parte de una ficción no tiene su cabal sentido y trascendencia, sino en el contexto de la obra entera", escribió Sabato en lo que fue el breve prólogo del libro que hoy se reedita.
Era una tarea difícil y bien lo sabe la argentina María Rosa Lojo, a cargo de la edición crítica de su libro Sobre héroes y tumbas: "No necesariamente son los escritores los más idóneos críticos de sí mismos". Logo, organizadora del homenaje que recibió Sabato en la Feria del Libro de Buenos Aires pasada, no comparte las correcciones que el autor hizo de Informe sobre ciegos.
Aquel es uno de los capítulos de Sobre héroes y tumbas incluidos en la antología. El otro es El dragón y la princesa, la sección con que abre el libro que se publicó hace medio siglo, en 1961.
Lo mejor de Ernesto Sabato parte con una entrevista complementaria a la selección que hace su autor de El Túnel. Ante la pregunta si la novela es autobiográfica, el autor responde: "Ninguno de los episodios fundamentales de esa narración está meramente tomada de la vida real, empezando por el crimen: hasta hoy no he matado a nadie. Aunque las ganas no me han faltado". La historia de amor y de celos protagonizada por el pintor Juan Pablo Castel se transformaría en un bestseller latinoamericano desde su publicación, en 1948.
La antología continúa con algunos ensayos de sus libros El escritor y sus fantasmas (1963) y Apologías y rechazos (1979). En el primero, su autor reflexiona sobre diferentes aspectos de la novela moderna, ahonda en sus preocupaciones existenciales y sus ideas sobre la creación artística. "El arte, como el sueño, incursiona en los territorios arcaicos de la raza humana y, por lo tanto, puede ser y está siendo el instrumento para rescatar aquella integridad perdida", escribe. Nietzsche, Kant y Jean Paul Sartre se pasean en sus ensayos.
Cuando apareció Lo mejor de Ernesto Sabato, en 1989, el escritor ya había publicado sus libros más importantes. Entre ellos, la novela Abaddón el exterminador, de 1974, fin de una trilogía que completan El Túnel y Sobre héroes y tumbas. Dos años después, el libro fue galardonado como el mejor libro extranjero publicado en Francia.
Otro episodio clave en la vida del autor queda registrado en el volumen: su rivalidad con Borges. Se conocieron en los 40 y nunca se simpatizaron. Anticomunista y antiperonista, Borges le criticaba que se rodeara justamente de "comunistas y peronistas". El libro incluye un breve texto escrito por Sabato a la muerte de Borges, en 1986: "Cuando lo conocí, supimos conversar de Platón y de Heráclito, con el pretexto de vicisitudes porteñas. Más tarde, ásperamente la política nos alejó. Así como Aristóteles dijo que las cosas se diferencian en lo que se parecen, en ocasiones los hombres llegan a separarse por lo que aman".