Ayer, el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, inauguró 10 nuevos módulos para lustrabotas que estarán ubicados en distintos puntos de Av. Apoquindo y del sector El Golf, desde Av. Tobalaba hasta la Estación de Metro Escuela Militar. Estos formarán parte del mobiliario permanente en una zona de alta demanda por este tipo de servicios, en la que se concentra la mayoría de los edificios de oficinas de la comuna.

El diseño de los muebles estuvo a cargo del municipio y de la empresa Titán Industrias Tecnológicas y costaron $ 600 mil cada uno. Están fabricados con planchas de acero galvanizado y con terminaciones en esmalte poliuretano. Esto los hace resistentes a la corrosión producto de la lluvia, el sol y el viento, ya que no son transportables (como los tradicionales carros lustrabotas) y permanecerán sujetos al suelo.

Además, los módulos cuentan con una tapa superior que los cierra completamente, la cual, al ser levantada, actúa como parasol o cortaviento para el usuario. El interior fue pensado para contener todos los espacios necesarios para que los lustrabotas realicen su oficio: un asiento elevado con apoyapiés para el cliente y uno pequeño con respaldo para el lustrador, ambos cubiertos por una placa de madera terciada y pintada con barniz vitrificante.

Permisos al día

Según el alcalde, "con estos módulos estamos dignificando el trabajo de los lustrabotas. No sólo tendrán un lugar donde realizar su oficio, sino también los permisos y la documentación necesaria".

Efectivamente, además de hacer entrega de las llaves de sus módulos a cada uno de los 10 lustrabotas, a partir de ahora contarán con la patente necesaria para funcionar legalmente en la comuna, con un costo de 12 UTM al año. Sin embargo, explica De la Maza, esta autorización estará sujeta a revisión. "Cada cierto tiempo, los clientes evaluarán su desempeño para que puedan renovar sus permisos de trabajo", agregó el edil.

Eliana Bueno, una de las dos mujeres que realizan este oficio en Las Condes, llevaba cuatro años trabajando en la esquina de Av. Isidora Goyenechea con calle Augusto Leguía (frente a la embajada de Colombia) con un carro que ella misma compró. Como era muy pesado de transportar, cuando terminaba la jornada debía guardar el aparato en el estacionamiento de uno de sus clientes en un condominio cercano. "Estos módulo significan mayor estabilidad laboral, porque estamos funcionando en regla. Además, son cómodos para nosotros y los clientes, porque no se deben mover y se verán modernos y limpios", finaliza Bueno.