Acaparan las portadas de las revistas de moda y estilo más importantes. Son las actrices jóvenes mejor cotizadas de Hollywood y ambas estuvieron nominadas a los Globos de Oro como mejor actriz. Anne Hathaway (28) y Natalie Portman (29) ahora coinciden en la cartelera local con dos comedias románticas: De amor y otras Adicciones -que se estrenó ayer- y Amigos con derechos -que arribará el próximo jueves-, con temáticas similares: mujeres seguras e independientes que no quieren un compromiso sentimental, hasta que se topan con el dilema.

En De amor y otras adicciones, Hathaway interpreta a una joven independiente que tiene un affaire con un mujeriego visitador médico (Jake Gyllenhaal). Ninguno quiere una relación formal, pero poco a poco se van uniendo, hasta que él descubre que ella sufre el mal de Parkinson. Hathaway sonó fuerte para ser nominada para el Oscar, pero finalmente no quedó en la quina. Eso sí, en la ceremonia de la Academia del domingo 27 ella será protagonista: animará el show junto a James Franco.

Amigos con derechos, en tanto, es una rareza en la carrera de Natalie Portman: una comedia destinada a romper taquillas y al lado de Ashton Kutcher. La actriz, que por estos días corre como favorita para ganarse el Oscar a Mejor Actriz por su alabado rol en El cisne negro (también en cartelera), interpreta a una doctora que lleva una larga relación sin ataduras con Kutcher, hasta que algo los hace ir más allá.

"Como el personaje de Anne Hathaway en De amor y otras adicciones, Portman es la que insiste en mantener las cosas casuales, físico y sin compromiso", resumió en New York Times en su estreno, que tuvo críticas más negativas pero que debutó liderando en las boleterías.

Favoritas de la crítica

Natalie Portman tenía 13 años cuando protagonizó El perfecto asesino. Un rol que asombró a los críticos y marcó a fuego su estampa de actriz con ansias de roles dramáticos, alejados de la comedia ligera. Sus intereses también parecen una rareza para el Hollywood habitual: en 2003 se graduó de psicología en la Universidad de Harvard y en su currículum figuran celebradas películas, como Beautiful girls, My Blueberry Nights, V de vendetta y Closer, entre otras.

Aunque en 1999 interpretó a Padmé Amidala en La amenaza fantasma y repitió ese papel en El ataque de los clones y La venganza de los Sith, ha evitado constantemente la sobrexposición, y sus amores -desde Gael García Bernal hasta Lukas Haas- siempre han tenido un bajo perfil público. En diciembre pasado, eso sí, anunció públicamente su compromiso con el bailarín Benjamin Millepied, a quien conoció como coreógrafo de la película El cisne negro y con el que espera un hijo. De hecho, en la ceremonia de los Globos de Oro tuvo especiales palabras para él, que estaba entre el público asistente.

Hathaway, en tanto, partió más tarde: a los 19 protagonizó Diario de una princesa. Desde entonces ha combinado blockbusters con cintas independientes. Fue la esposa de Gyllenhaal en Secreto en la montaña en 2005 pero al año siguiente logró la fama con El diablo viste a la moda. Hizo la comedia Guerra de novias con Kate Hudson pero a la par filmó la muy independiente El casamiento de Raquel, por la que fue nominada al Oscar.

Hathaway -que en 2008 fue embajadora de los cosméticos Lancôme- y Portman -que también ha tenido coqueteos con la moda, diseñando una particular línea de zapatos ecológicos y como rostro de Dior- lucen importantes superproducciones por delante: la primera será Gatúbela en The dark knight rises en la tercera entrega de Christopher Nolan para la saga de Batman. La segunda, en tanto, está por estrenar la película Thor -dirigida por Kenneth Branagh y con Anthony Hopkins como el de Rey de Asgard, entre otros- y forma parte del elenco de otra esperada cinta: Pride and prejudice and zombies, ahora con Craig Gillespie (Lars y una chica de verdad) tras las cámaras.

Proyectos con los que, definitivamente, ambas actrices seguirán dominando las miradas entre las actrices sub 30. Y sin mucha competencia en el camino.