El lunes 29 de agosto de 2005, el huracán Katrina tocó tierra en la costa de Louisiana con vientos de más de 200 kilómetros por hora. En cuestión de horas, la tormenta rompió los diques que separan Nueva Orleans del lago Pontchartrain, lo que provocó que el 85% de la ciudad quedara bajo el agua y que 1.836 personas perdieran la vida. Pese a la magnitud del desastre, las autoridades no reaccionaron a tiempo y demoraron varios días en tomar decisiones concretas, tardanza que generó graves disturbios y saqueos en Nueva Orleans. La lenta respuesta del gobierno estatal y del entonces Presidente George W. Bush fue motivo de duras críticas, debido a los errores que se cometieron y por las descoordinaciones de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (Fema), el equivalente a la Onemi en Chile. La catástrofe provocada por Katrina pudo evitarse. El primer error partió por casa. El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó la evacuación de la ciudad apenas 24 horas antes de la llegada del huracán, pero no fue muy enfático. Si bien muchos lograron salir del lugar antes de que Katrina tocara tierra, la mayoría de los habitantes de Nueva Orleans se quedó y debió pasar días en los techos de las casas a la espera de rescatistas. Con el correr de los días la situación empeoró y en un momento los saqueos en la ciudad.
Ante las críticas por la lenta reacción, las autoridades dijeron que Katrina los había sorprendido por su potencia. Entonces, el Centro Nacional de Huracanes culpó a la Fema, puesta en alerta varios días antes sobre la probabilidad de que la tormenta desbordara Nueva Orleans. A su vez, la Fema acusó al gobierno estatal de Louisiana y a Nagin de ser los culpables de la lenta reacción. De hecho, recién cuatro días después del paso del huracán arribó a la zona el primer convoy con ayuda. La gobernadora pidió el 30 de agosto a la guardia nacional que tomara el control de la ciudad, pero recién el 1 de septiembre se aprobó su envío.
Según The Washington Post, los responsables de la Fema no tenían experiencia. Pero también Bush recibió críticas. El Presidente, que estaba de vacaciones en Texas cuando ocurrió la tragedia, visitó la zona cuatro días después de la devastación. "Si no respondí bien, aprenderé la lección. Y se cometieron errores yo asumiré la responsabilidad", dijo. Tras la tragedia, una comisión del Congreso investigó los errores de las autoridades. Al mismo tiempo, la Fema fue reformada y se contrataron profesionales especializados en emergencias.