Es culpa de Roberto Bolaño. Fue el autor de Los detectives salvajes quien puso el grito en todo Hispanoamérica: "El que sea valiente que siga a Parra", escribió y cada vez que podía, insistía en que el anti poeta debía ser leído. Hizo más que eso: en 1998 llevó al crítico español Ignacio Echevarría a Las Cruces a conocer a Parra y echaron a andar la idea de reunir toda su obra.

Con el título de Obras completas & algo +, y curado por Echeverría, el primer volumen apareció en 2006: más de 1.200 páginas que incluye la producción de Parra entre 1935 y 1972. En el prólogo estaba Harold Bloom.

Publicada por el sello Galaxia Gutenberg, echó a correr con propiedad, por primera vez, la singular voz de Parra en España. Cinco años después, y un mes antes del fallo del Cervantes, se publicó el segundo tomo y final de las obras.

Obras completas & algo + II recoge los poemas, artefactos, objetos que Parra ha escrito y diseñado entre 1975 a 2006. Es, de nuevo, un libro gigante: 1.200 páginas. Si en el primer volumen se recogía el primer estallido de la antipoesía, acá están las consecuencias: de Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, Hojas de Parra, Chistes para desorientar a la policía hasta Rey Lear, su iconoclasta versión de la clásica tragedia de Shakespeare e innumerables trabajos dispersos de los 70 y 80.

En total son casi 2.500 páginas que muestran el despliegue de una estética que redescubre el lenguaje, plantea una nueva mirada a la experiencia vital y sitúa a Parra entre los poetas contemporáneos más complejos y arriesgados.